En un operativo reciente, la Policía Nacional del Perú logró capturar a dos miembros de la temida banda criminal ‘Los Injertos del Norte’, conocida por su implicación en actos de extorsión, sicariato y el uso de explosivos. Los detenidos fueron Jordano Edwin Galarza, alias ‘Jordano’, de 20 años, y un menor de edad. Ambos fueron arrestados en flagrancia cuando se disponían a llevar a cabo un atentado en el distrito de Comas.
Lo que destaca en este caso es el intento de ‘Jordano’ de involucrar a su madre en el encubrimiento de sus actividades delictivas. Mientras se encontraba bajo arresto, el delincuente hizo una llamada a su madre, pidiéndole que entregara el armamento y los explosivos con los que operaba. A pesar de que la madre negó tener conocimiento de los artefactos, las insistentes referencias de ‘Jordano’ a las granadas y municiones que poseía, sugieren que ella podría haber estado al tanto de la situación, lo que abre la puerta a interrogantes sobre una posible complicidad en el ocultamiento de dichos objetos.
Ambos detenidos pertenecen a la organización criminal dirigida por ‘El Monstruo’, un conocido líder dedicado a la extorsión, sicariato y ataques violentos. Su implicación con esta figura criminal refuerza la gravedad del caso, pues no solo se dedicaban a extorsionar, sino que empleaban explosivos para ejecutar sus ataques, lo que aumenta el nivel de riesgo para la seguridad pública.
Durante la intervención policial, se encontraron en poder de los detenidos artefactos explosivos, municiones y marihuana. Además, los arrestados admitieron su participación en un atentado ocurrido en diciembre contra una veterinaria, confirmando su vinculación con otros crímenes. En medio de una persecución, intentaron incluso lanzar explosivos contra los agentes, lo que subraya la extrema violencia con la que operan.
El comportamiento de ‘Jordano’, quien trató de involucrar a su madre en el ocultamiento de las armas, revela la estructura de apoyo que las redes criminales pueden generar dentro del entorno familiar. Aunque la madre negó conocer los detalles, la insistencia de su hijo en la entrega de los explosivos deja entrever un conocimiento de la peligrosidad de las acciones de los involucrados. Este hecho resalta no solo la responsabilidad directa de los delincuentes, sino también el posible apoyo de sus familiares en la comisión de delitos, lo que agrava aún más el panorama.