La violencia en la provincia de Pataz no da tregua. Esta semana, trece trabajadores que prestaban servicios a un minero artesanal asociado a Minera Poderosa fueron secuestrados por presuntos mineros ilegales vinculados a bandas criminales. El ataque, que tuvo como objetivo tomar control de una operación en curso, evidencia el creciente deterioro de la seguridad en la zona, a pesar del estado de emergencia y la presencia militar.
Minera Poderosa expresó su profunda preocupación por este nuevo episodio de violencia, manifestando solidaridad con las familias afectadas y señalando que este tipo de hechos se repite en un contexto donde la minería ilegal sigue expandiéndose sin freno. La empresa lamentó que un reciente operativo policial que movilizó a más de 800 efectivos no haya generado resultados contundentes en la interdicción de bocaminas ilegales en la zona.
Desde 2020, la compañía ha denunciado la ocupación de varias de sus concesiones por parte de actores ilegales, situación que la ha obligado a paralizar actividades en diversas áreas, comprometiendo la seguridad de sus trabajadores y de los mineros artesanales en proceso de formalización. El incremento de estos hechos violentos refleja una preocupante falta de control en un territorio donde la ley parece ausente.
Poderosa reafirmó su compromiso de colaborar con las autoridades brindando todas las facilidades necesarias para investigar lo ocurrido y encontrar a las personas desaparecidas. Asimismo, hizo un llamado urgente para que las instituciones competentes actúen de inmediato ante la denuncia presentada por los familiares de las víctimas y devuelvan la tranquilidad a una región golpeada por la minería ilegal y la criminalidad.