La fiscal superior suspendida, Elizabeth Peralta Santur, salió en libertad luego de que el juez supremo Juan Carlos Checkley Soria, del Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria, revocara de oficio la prisión preventiva de 18 meses que cumplía desde este año. La decisión se adoptó tras una revisión judicial realizada de manera no solicitada por las partes.
Peralta permanecía recluida en el Establecimiento Penitenciario de Mujeres de Chorrillos. Con la resolución, enfrentó bajo libertad restringida la investigación preparatoria que desarrollaba la Fiscalía Suprema por presuntos delitos vinculados a tráfico de influencias y cohecho.
Restricciones y caución económica
El juez Checkley Soria impuso restricciones a Peralta, prohibiéndole mantener comunicación con otros investigados o con personas que hubieran declarado o debieran declarar como testigos en el caso. Además, estableció el pago de una caución económica de S/10 000, que debía cumplirse dentro de los tres días posteriores a la notificación oficial de la resolución.
Investigación por presunta intervención irregular
La Fiscalía Suprema investigó a Peralta junto al exconductor de televisión Andrés Hurtado, conocido como Chibolín, por su presunta participación en un intento de influir en decisiones fiscales. El caso involucraba al empresario Javier Miu Lei, quien habría entregado una coima para recuperar barras de oro incautadas a su empresa por el Ministerio Público en 2020.
Implicación de figuras públicas y bienes incautados
Según las diligencias preliminares, Hurtado habría actuado como intermediario entre Miu Lei y la entonces fiscal superior, con la finalidad de facilitar la devolución del oro incautado. También se investigaron otros dos hechos vinculados al mismo entorno. Hasta ese momento, ninguna persona había sido formalmente acusada.
El proceso continuó bajo reserva mientras se determinaban responsabilidades, y las medidas impuestas por el Poder Judicial permanecieron vigentes durante toda la etapa de investigación.