El Perú dio un nuevo paso en la defensa de su legado histórico. El Ministerio de Relaciones Exteriores entregó oficialmente al Ministerio de Cultura 347 bienes del patrimonio cultural de la Nación, repatriados desde Estados Unidos tras un trabajo articulado entre la red diplomática peruana, autoridades estadounidenses y entidades nacionales. El acto se realizó en el Palacio de Torre Tagle y fue encabezado por el canciller Hugo de Zela y el ministro de Cultura, Alfredo Luna.
La restitución de estas piezas se inscribe en un esfuerzo sostenido del Estado peruano por combatir el tráfico ilícito de bienes culturales, una de las principales amenazas al patrimonio arqueológico y etnológico del país. Según destacó la Cancillería, las gestiones se concretaron gracias a la labor de la Embajada del Perú en Estados Unidos y los consulados generales en Chicago, Denver y Nueva York, con apoyo de autoridades locales y federales.
Este nuevo retorno patrimonial ocurre, además, en un contexto simbólico: el Perú y Estados Unidos se encaminan a celebrar en mayo de 2026 el bicentenario de sus relaciones diplomáticas, una efeméride que, según las autoridades, se ve reforzada por acciones concretas de cooperación cultural.
Cooperación internacional contra el tráfico ilícito
Durante la ceremonia, el canciller Hugo de Zela subrayó que la repatriación es resultado de un trabajo coordinado entre la Cancillería, el Ministerio de Cultura, el Ministerio del Interior, el Ministerio Público y la Interpol. “Esta restitución reafirma nuestro compromiso con la protección del patrimonio y con la memoria histórica del país”, señaló.
Uno de los instrumentos clave ha sido el acuerdo bilateral entre Perú y Estados Unidos que establece restricciones a la importación de materiales arqueológicos y etnológicos peruanos. Gracias a este mecanismo, solo en 2025 se logró la restitución de más de 400 bienes culturales, lo que consolida a Estados Unidos como uno de los principales aliados del Perú en la lucha contra el comercio ilegal de piezas históricas.
Desde la Cancillería se resaltó que muchos de los bienes fueron devueltos de manera voluntaria, lo que refleja —según De Zela— un avance en la conciencia ética internacional respecto a la protección del patrimonio cultural de los países de origen.
Piezas arqueológicas de alto valor histórico
Los 347 bienes repatriados son, en su mayoría, piezas arqueológicas que pertenecen a diversas culturas prehispánicas del Perú. Para su validación, se realizaron cuatro verificaciones conjuntas entre especialistas de la Dirección de Patrimonio Cultural de la Cancillería y la Dirección de Recuperaciones del Ministerio de Cultura.
Entre los objetos más representativos figuran cerámicas ceremoniales de las culturas Cupisnique, Moche y Nazca, una máscara de cobre Moche con incrustaciones de concha en los ojos, así como conopas incas que representan camélidos en acto de apareamiento, piezas asociadas a rituales de fertilidad en el mundo andino.
También se recuperaron fragmentos textiles Chancay y un colgante elaborado en valva de spondylus, material altamente valorado en las sociedades prehispánicas por su simbolismo religioso y su origen marino. Estas piezas no solo tienen valor artístico, sino que aportan información clave para la investigación histórica y arqueológica del país.
El rol del Ministerio de Cultura
El ministro de Cultura, Alfredo Luna, remarcó que cada bien recuperado representa una victoria frente a las redes de tráfico ilícito. “El valor de estas piezas va más allá de la cifra. Cada objeto que retorna es una derrota al comercio ilegal y una recuperación de nuestra memoria colectiva”, afirmó.
Desde el sector Cultura se informó que los bienes serán incorporados al registro nacional del patrimonio cultural y evaluados para su conservación, estudio y eventual exhibición en museos públicos, con el objetivo de fortalecer el acceso ciudadano al patrimonio y la educación cultural.
El ministerio también destacó que la recuperación de bienes culturales es una política permanente del Estado, que combina acciones diplomáticas, legales y técnicas para identificar, reclamar y repatriar piezas que salieron ilegalmente del país en décadas pasadas.
Bicentenario y diplomacia cultural
La ceremonia de entrega también tuvo un componente diplomático relevante. El canciller De Zela recordó que el 2 de mayo de 2026 se cumplirán 200 años de relaciones diplomáticas entre Perú y Estados Unidos, y sostuvo que la repatriación de bienes culturales es una “muestra concreta de la amistad y cooperación” entre ambos países.
En ese sentido, la diplomacia cultural se ha convertido en un eje estratégico de la política exterior peruana, no solo para recuperar patrimonio, sino también para proyectar internacionalmente la riqueza histórica del país y reforzar su identidad cultural.
Un desafío permanente
Pese a los avances, las autoridades reconocen que el tráfico ilícito de bienes culturales sigue siendo un problema vigente. La alta demanda internacional de piezas arqueológicas, sumada a la extensión del territorio peruano y la riqueza de su patrimonio, obliga a mantener una vigilancia constante y fortalecer la cooperación internacional.
La repatriación de estos 347 bienes del patrimonio nacional se suma a una lista creciente de recuperaciones logradas en los últimos años y refuerza el mensaje de que el Estado peruano no renuncia a la defensa de su historia.