Perú: un modelo regional frente a la tuberculosis
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha puesto al Perú en un lugar destacado en la lucha contra la tuberculosis (TB) en América Latina. En una reunión reciente con el Ministerio de Salud, el comité asesor regional evaluó el cumplimiento de las 30 recomendaciones emitidas en 2024 y constató “franco avance” en la implantación de tecnologías, políticas públicas y presupuestos fortalecidos para combatir la enfermedad.
En ese contexto, el ministro de Salud, Luis Quiroz Avilés, señaló que este reconocimiento reafirma que el sector de salud “va por buen camino”. Agregó que muchas de las recomendaciones han sido adoptadas o están en proceso de implementación, especialmente en materia de diagnóstico, tamizaje y sistemas de información interoperables.
Avances presupuestarios que respaldan la estrategia
Uno de los indicadores que más llamó la atención del comité asesor fue el aumento del presupuesto público destinado a la tuberculosis: de 114 millones de dólares en 2023 a 137 millones proyectados para 2025. Ese incremento no es simbólico, pues permite robustecer las acciones de prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de casos en zonas urbanas y rurales.
La OPS destacó también la mejora del sistema de información en salud, que hoy permite una mejor interoperabilidad entre los distintos niveles de atención. Esa capacidad de articulación es esencial para realizar vigilancia epidemiológica más eficiente y responder con agilidad ante brotes o la aparición de casos de TB farmacorresistente.
Innovación y tratamientos acortados: Perú marca la ruta
El Perú no solo destaca por su compromiso presupuestal, sino también por su innovación técnica. En los últimos años, el país ha liderado la adopción de esquemas de tratamiento acortados para la tuberculosis farmacorresistente (TB‑DR). En lugar del esquema tradicional de 18 meses con inyecciones, el Perú ha avanzado hacia tratamientos orales más cortos, de alrededor de 6 meses, con tasas de éxito mucho más altas.
Este modelo ha atraído la atención de otros países de la región. Delegaciones técnicas de Argentina, México, Colombia, Ecuador, República Dominicana y otros, participan en talleres en Lima para conocer directamente la experiencia peruana.
Paralelamente, el Ministerio de Salud ha intensificado la incorporación de nuevas tecnologías de diagnóstico, como pruebas moleculares de biología molecular, inteligencia artificial aplicada al tamizaje por imágenes y detección rápida de resistencia a fármacos. Estas herramientas permiten diagnósticos más certeros y tempranos, fundamentales para cortar la cadena de transmisión.
Desafíos vigentes: resistencia, desigualdad y acceso
Sin embargo, el reconocimiento de la OPS no implica que el camino esté exento de retos. En regiones como Puno, por ejemplo, se detectaron casi un centenar de casos de TB en pocos meses, y más de 50 fallecimientos en 2024, reflejo de que la enfermedad sigue golpeando con fuerza en zonas con menos acceso a servicios sanitarios.
Se estima que en el país se reportan cerca de 33.000 nuevos casos anuales, y un porcentaje importante de los casos concentrados en Lima Metropolitana y Callao (alrededor del 56 %).
La tuberculosis resistente (TB‑DR) emerge como uno de los desafíos más complejos: su diagnóstico y tratamiento requieren recursos mayores, laboratorios especializados y seguimiento estricto. Además, el abandono del tratamiento sigue siendo un problema, tanto por barreras sociales como de adherencia y seguimiento.
Otro factor crítico es la desigualdad geográfica: poblaciones rurales, amazónicas, zonas fronterizas o comunidades indígenas enfrentan mayores obstáculos para acceder a diagnóstico y tratamiento oportunos.
Fortalecimiento de capacidades para un contexto migratorio
En octubre de 2025, Perú y la OPS/OMS realizaron talleres especializados para reforzar las competencias del personal de salud en regiones prioritarias como La Libertad, Tacna, Tumbes y Lima Metropolitana, con especial atención al contexto migratorio.
Estos cursos incluyeron capacitación en detección precoz, terapia preventiva (TPT), diagnóstico de casos resistentes y seguimiento farmacológico de esquemas orales. También se promovió el uso de IA en el tamizaje sistemático y se reforzó la importancia de indicadores clave para tomar decisiones basadas en evidencia.
Este enfoque responde a una realidad global: las poblaciones migrantes muchas veces enfrentan barreras adicionales para acceder al sistema de salud. Perú ha buscado avanzar en este frente aprobando políticas que permiten el acceso temporal a seguros de salud para migrantes con tuberculosis o VIH, sin necesidad de contar con residencia formal.
¿Por qué Perú es señalado como referente regional?
- Voluntad política y financiamiento real: no basta con planes; el incremento presupuestal demuestra que el Estado está dispuesto a respaldar las estrategias con recursos concretos.
- Innovación clínica y tecnológica: la adopción de tratamientos más cortos y tecnologías diagnósticas avanzadas coloca al Perú a la vanguardia en Latinoamérica.
- Cooperación internacional y transferencia de conocimiento: al recibir delegaciones regionales, el país actúa como un centro demostrativo para otras naciones.
- Enfoque centrado en la equidad: al fortalecer capacidades locales y ampliar cobertura, se busca cerrar las brechas entre regiones urbanas y rurales.
- Adaptación al contexto emergente: el trabajo en poblaciones migrantes y vulnerables refuerza que la estrategia no es solo técnica, sino también inclusiva.
El papel de la OPS y recomendaciones para el futuro
El comité asesor de la OPS, tras revisar la implementación de 2024, reconoció que todas las recomendaciones muestran progreso. Entre ellas, se apuntan: reforzar la búsqueda activa de casos, optimizar los sistemas de información, priorizar intervenciones en zonas vulnerables y consolidar la estrategia contra la TB farmacorresistente.
Para el futuro, algunos puntos clave incluyen:
- Continuar con la expansión de tecnologías diagnósticas y la descentralización de servicios.
- Fortalecer los programas que eviten abandono de tratamiento mediante acompañamiento comunitario, incentivos y seguimiento sistemático.
- Fomentar alianzas público‑privadas y cooperación internacional para asegurar sostenibilidad financiera.
- Intensificar campañas de educación y sensibilización, reduciendo estigma y promoviendo que las personas consulten temprano ante sospecha de TB.
- Monitorizar el impacto del cambio climático, la migración y las desigualdades sociales en la propagación de la enfermedad.
Conclusión: un camino exigente pero con rumbo claro
El reconocimiento de la OPS al Perú como referente regional en la lucha contra la tuberculosis no es un título decorativo, sino un compromiso renovado. Si bien persisten desafíos en zonas remotas, en casos resistentes y en mantener la adherencia al tratamiento, los avances presupuestarios, las innovaciones técnicas y la voluntad institucional muestran que el país ha trazado un rumbo claro.
Para que Perú logre consolidar este liderazgo y acercarse a la meta de eliminar la tuberculosis como problema de salud pública, será esencial mantener el impulso político, fortalecer las capacidades locales, garantizar acceso equitativo y no descuidar a las poblaciones más vulnerables. Esta narrativa no solo puede posicionar al país en el mapa regional sino también inspirar a otras naciones a adoptar enfoques ambiciosos y sostenibles.