Desde las primeras horas del lunes 8 de septiembre, pobladores del Valle de Yanamarca, en el distrito de Marco, provincia de Jauja, mantienen bloqueada la carretera que conecta Jauja con Tarma, específicamente en los sectores de Pachascucho y Puchacocha. Esta medida de fuerza forma parte de un paro indefinido en protesta por la falta de atención a los problemas ocasionados por el desborde de la laguna Tragadero.
Según reportes preliminares, no hay tránsito de vehículos en la ruta Jauja-Tarma, mientras que efectivos de la Policía de Carreteras Acolla y de la Comisaría Acolla se encuentran en la zona intentando negociar con los manifestantes para liberar el paso y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Reclamos de los pobladores
Los comuneros denunciaron que el desborde de la laguna Tragadero, ubicado en el distrito de Marco, ha provocado graves daños a viviendas, pérdidas de animales y cultivos, afectando directamente la economía familiar de la población local.
“El Gobierno Regional de Junín únicamente ha convocado reuniones, pero hasta la fecha no hay soluciones concretas“, señaló uno de los representantes de los pobladores. Esta falta de respuesta habría sido la motivación principal para el inicio del paro y los bloqueos, que buscan presionar a las autoridades regionales para que implementen medidas de desagüe y mitigación inmediatas.
Además, los manifestantes han dejado en claro que mantendrán bloqueada la carretera hasta que se atiendan sus demandas, haciendo un llamado a las autoridades a priorizar la seguridad de las familias afectadas.
Impacto en el tránsito y seguridad
El bloqueo de la vía Jauja-Tarma ha generado interrupciones significativas en el transporte hacia la selva central, afectando a vehículos particulares, transporte de carga y transporte público. Los piquetes en Pachascucho y Puchacocha complican la circulación y obligan a los conductores a buscar rutas alternas, aumentando los tiempos de viaje y los riesgos en la zona.
La Policía Nacional del Perú (PNP) ha informado que está trabajando para mantener el orden y garantizar la seguridad de los manifestantes y de los ciudadanos que transitan por las zonas cercanas. Sin embargo, hasta el cierre de esta nota, los piquetes continúan activos y no hay señales de que se vaya a restablecer el tránsito de manera inmediata.
El conflicto surge en medio de recurrentes desbordes de la laguna Tragadero, que han sido reportados por los habitantes del distrito de Marco en años anteriores. A pesar de estas alertas, los pobladores consideran que las autoridades no han implementado planes de prevención ni sistemas de drenaje efectivos, lo que aumenta la vulnerabilidad de la zona ante fenómenos similares.
El paro indefinido evidencia la frustración de los habitantes, quienes aseguran que los daños materiales se siguen acumulando y que, sin acciones inmediatas, la situación podría agravar la crisis humanitaria y económica local.
