Un nuevo derrame de petróleo ha contaminado el litoral desde Ventanilla hasta Chancay denunciaron el martes 1 de agosto varios pescadores armados de video cámaras.
La Asociación de Pescadores Artesanales de Ancón (Apescaa) convocó a una marcha a la sede de la refinería de Repsol en Ventanilla para el miércoles 2 a las 7 a.m. exigiendo que la petrolera española –propietaria de la Refinería La Planilla SA (Relapasa)– se pronuncie.
Este lunes, la empresa publicó un comunicado en el que sostiene “que esas manchas de petróleo no provienen del crudo derramado en enero del 2022 no pertenecen a ninguna otra operación vinculada a REPSOL o la refinería La Pampilla, sino que parecen ser un combustible pesado o petróleo residual usado por embarcaciones e industrias. Por su apariencia “fresca” (tiene iridiscencia, es decir, brillo de colores) su consistencia, olor y color, es técnicamente imposible que provenga del crudo derramado en enero del 2022, pasados 18 meses de oxidación y degradación”.
El 15 de enero del 2022, un accidente en el puerto de desembarque de crudo en el muelle multiboyas N°1 de la refinería a un kilómetro mar adentro provocó el derrame de cerca de 12 mil barriles de crudo.
La marea negra contaminó un radio de 150 kilómetros del punto de vertimiento desde Ventanilla hasta Huacho. La transnacional española intentó minimizar la magnitud del desastre oficialmente. El Ministerio del Ambiente y el organismo supervisor Osinergmin hasta la fecha no determinan si la responsabilidad fue de la refinería, el buque tanquero o de ambos.
Hoy REPSOL desmintió que la refinería sea el origen del nuevo vertimiento de crudo.El comunicado publicado el mismo 1 de agosto señala que “las muestras del hidrocarburo serán analizadas en un laboratorio acreditado de Houston (EE.UU.) para los exámenes forenses de Fingerprint, un análisis químico que acredita el real origen y procedencia de cualquier hidrocarburo encontrado”.
REPSOL sostiene que ha informado ante la OEFA, “de manera detallada y con análisis de Fingerprint, que en los últimos meses se han identificado diversos hallazgos que no pueden atribuirse a las operaciones de REPSOL ni de la Refinería La Pampilla, sino que sin consecuencia de actividades económicas (aceites quemados, lubricantes usados, combustibles de embarcaciones, residuos de desagües industriales, entre otras) y malas prácticas ambientales de zonas urbanas desde Ventanilla hasta Chancay”.
Esta información de contradice los reiterados comunicados de la transnacional española sobre la limpieza de las playas tras el derrame de enero del 2022.
“Toda la evidencia que tenemos es que sí es seguro ir a la playa. No hay contenido de hidrocarburos, y si lo hay, está por debajo de los estándares de calidad ambiental que signifiquen un riesgo para la salud de las personas o el ecosistema”, aseguró a inicios del año el vocero de la compañía.
Total, ¿están limpias o siguen contaminadas así sea por otros agentes? La magnitud de la contaminación este 1 de agosto abarca desde Ventanilla hasta Chancay.
La extensión de la marea negra evidencia que la contaminación ocurrió varios días atrás y acaso continúa. Si Repsol tiene la huella digital de vertimientos previos debería transparentar el resultado de los análisis de Fingerprint. La información podría dar el derrotero de la fuente del nuevo y mayúsculo derrame.