El Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) y Sedapal desarrollaron un taller técnico para mejorar la capacidad de respuesta frente a desastres naturales. La iniciativa apunta a garantizar la continuidad de los servicios de agua potable y saneamiento, protegiendo a la población y reduciendo la vulnerabilidad de sistemas críticos.
Capacitación para la prevención
Los días 18 y 19 de noviembre, Sedapal y el MVCS llevaron a cabo la asistencia técnica “Implementación de la ‘Guía para la evaluación del riesgo de desastres ocasionados por peligros de origen natural’”. El objetivo principal fue fortalecer a gerentes y profesionales de Sedapal en la identificación de zonas de peligro, niveles de vulnerabilidad y riesgos, así como en la ejecución de medidas de control estructurales y no estructurales.
Experiencia práctica en campo
El taller incluyó una visita técnica a La Atarjea, donde los participantes aplicaron los conocimientos adquiridos para evaluar la vulnerabilidad de componentes críticos, como la bocatoma, y asegurar que los sistemas esenciales puedan responder de manera eficiente ante emergencias naturales.
Coordinación multisectorial e internacional
El ministro Wilder Sifuentes Quilcate destacó la importancia de fortalecer la capacidad técnica de las empresas prestadoras de servicios de saneamiento (EPS). Según señaló, “la prevención es nuestra primera herramienta de protección; queremos que cada empresa pueda anticipar riesgos y garantizar que las familias no vean interrumpido un servicio esencial como el agua potable”.
El taller fue organizado por la Dirección General de Políticas y Regulación en Construcción y Saneamiento del MVCS, con apoyo de la Oficina de Seguridad y Defensa Nacional, la cooperación internacional: COSUDE, HELVETAS, PREDES, Ayuda en Acción y proyecto “Agua en Emergencias”, y el CENEPRED, reforzando así la articulación de esfuerzos para garantizar el acceso seguro a servicios básicos.
Prioridad: población vulnerable
La iniciativa busca no solo fortalecer capacidades técnicas, sino también priorizar la atención de poblaciones vulnerables y en situación de riesgo, asegurando que los sistemas de agua y saneamiento continúen operativos durante emergencias, mitigando impactos en la salud y bienestar de la ciudadanía.