Una fuerte polémica sacudió la región Loreto este fin de semana, luego de que pobladores reportaran la aparición de una bandera colombiana izada en el mástil principal de la plaza central de la comunidad Tres Fronteras, ubicada en el distrito de Teniente Manuel Clavero, provincia del Putumayo.
El hecho, reportado por RPP Noticias, encendió las alarmas en un punto neurálgico donde convergen Perú, Colombia y Ecuador. Según informó el consejero del Putumayo, Luis Cárdenas, hasta el momento se desconoce quién colocó la bandera, aunque los vecinos creen que se trataría de un acto de protesta simbólica para llamar la atención del Gobierno peruano sobre el abandono de la zona.
“Ha amanecido una bandera colombiana en el mástil principal. No sabemos quién la colocó, pero los pobladores reclaman patrullaje militar y mayor presencia del Estado”, declaró Cárdenas a RPP.
Reclamos contra la ausencia del Estado
La comunidad de Tres Fronteras, ubicada en una zona de difícil acceso, enfrenta una crisis de soberanía marcada por el escaso control militar, la economía informal y el olvido gubernamental.
Durante la mañana, un destacamento del Ejército peruano llegó hasta el lugar y retiró la bandera colombiana. Sin embargo, lejos de calmar los ánimos, la intervención desató reclamos airados de los pobladores.
“Los militares se limitan a retirar la bandera, pero no hacen patrullajes, no visitan las comunidades y ni siquiera tenemos una bandera peruana para izar los domingos”, protestó un vecino.
Los pobladores denuncian que las autoridades centrales no invierten en infraestructura básica, no proveen servicios de salud y no promueven proyectos de desarrollo para estas comunidades. Por el contrario, afirman que dependen casi por completo de la economía transfronteriza, comprando productos en Ecuador y Colombia por la falta de oferta en territorio peruano.
Un punto caliente para el comercio y el crimen organizado
La triple frontera de Putumayo es considerada una zona estratégica y, a la vez, vulnerable. Además del intercambio comercial, la región es históricamente disputada por grupos criminales dedicados al narcotráfico, la minería ilegal y el contrabando.
Diversos reportes de inteligencia han advertido que organizaciones delictivas colombianas, brasileñas y ecuatorianas operan en la zona, aprovechando la escasa presencia del Estado peruano. Este vacío facilita no solo el tránsito de drogas y combustibles, sino también el avance de actores extranjeros que buscan ganar control social en comunidades peruanas olvidadas.
La presencia de una bandera colombiana en territorio nacional puede ser interpretada como un gesto simbólico de protesta, pero también refleja un riesgo potencial para la soberanía si no se refuerza la seguridad militar.
Reacción del Ejército y autoridades regionales
El Ejército peruano retiró la bandera colombiana poco después de recibir el aviso. Sin embargo, los propios efectivos militares reconocieron que los recursos para patrullar la zona son insuficientes y que la base existente no cubre toda la extensión del Putumayo.
El consejero Luis Cárdenas instó al Ministerio de Defensa y al Ejecutivo a tomar medidas urgentes:
“Los pobladores se sienten abandonados. No tenemos patrullajes constantes y las comunidades se abastecen de Colombia y Ecuador. Esto es una llamada de atención para el Gobierno”, afirmó.
Hasta el momento, el Ministerio de Relaciones Exteriores no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el incidente. No obstante, analistas consideran que el hecho podría tensar las relaciones diplomáticas con Colombia si se confirma la participación de ciudadanos de ese país en la colocación de la bandera.
Fronteras olvidadas: el reclamo de los ciudadanos
Los pobladores de Tres Fronteras insisten en que el Gobierno central no los escucha. Entre sus principales reclamos destacan:
- Deficiente patrullaje militar en zonas limítrofes.
- Falta de infraestructura básica: no hay servicios de agua potable ni energía eléctrica estable.
- Desabastecimiento de productos peruanos, obligándolos a comprar en Colombia y Ecuador.
- Ausencia de presencia cívica del Estado: no cuentan ni siquiera con banderas peruanas para izar en actos patrios.
Este abandono histórico contribuye a que los pobladores desarrollen mayores vínculos comerciales y sociales con Colombia y Ecuador que con su propio país, lo que genera riesgos geopolíticos en un punto clave de la Amazonía.
Un llamado urgente a la soberanía
El izamiento de una bandera colombiana en plena plaza de Tres Fronteras es más que un incidente aislado: es un síntoma del debilitamiento de la presencia peruana en sus territorios amazónicos.
Expertos en seguridad advierten que, si no se refuerza el control militar y la integración socioeconómica de estas comunidades, el Estado corre el riesgo de perder influencia en zonas donde las dinámicas comerciales, sociales y delictivas transnacionales tienen cada vez más fuerza.
Este episodio podría servir como un llamado de atención para diseñar políticas públicas integrales que fortalezcan las fronteras, atiendan las necesidades básicas de los pobladores y prevengan conflictos diplomáticos en la triple frontera.