La sobreproducción de mango está poniendo a prueba la resistencia económica de los agricultores locales, quienes enfrentan una de las crisis más complejas en décadas. Este año, los productores de mango no solo se han visto afectados por una caída drástica en los precios de la fruta, sino también por una serie de factores climáticos y económicos que han alterado gravemente el mercado.
Uno de los principales factores que ha contribuido a esta crisis es la crisis hídrica que golpeó a la región meses atrás. La falta de agua afectó el desarrollo adecuado de los mangos, impidiendo que alcanzaran el peso ideal para la exportación. Esto significó que gran parte de la producción no pudo ser comercializada en mercados internacionales, como ha sido la costumbre en años anteriores. Marco Alzamora, productor de mango en el Caserío Hualtaco III, distrito de Tambogrande, expresó su frustración al señalar que las condiciones actuales los obligan a tomar decisiones extremas: “Es preferible dejar que los mangos se malogren antes que venderlos a precios que no cubren ni los costos de producción”, comentó. Hoy en día, el valor de una jaba de 20 kilos de mango ha caído de S/ 25 a apenas S/ 4, un precio que no refleja el esfuerzo ni los gastos de los agricultores.
Este descenso en los precios se ha visto intensificado por la competencia de otros países productores de mango, especialmente Brasil y Ecuador, cuyas cosechas han coincidido con la de Perú. Según Antonio Valdiviezo, director encargado de la Dirección Regional de Agricultura de Piura, la competencia externa ha saturado aún más el mercado, empujando a la baja los precios y afectando las ventas de los mangos peruanos. “Los exportadores están aprovechando la sobreoferta para ofrecer precios muy bajos, lo que pone en una situación crítica a los agricultores”, indicó.
La sobreproducción: un fenómeno insostenible
El problema no se limita solo a los precios bajos, sino que también hay una preocupación generalizada por la cantidad de mango producido, lo que ha derivado en una sobreoferta que no se puede absorber por completo. El ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero, informó que en la región de Lambayeque, uno de los principales productores de mango, entre 5,000 y 10,000 toneladas de mango se han perdido debido a la saturación del mercado. Ante esta situación, el ministro recomendó a los agricultores evitar sembrar mango durante los próximos tres años para permitir la recuperación del sector y evitar una nueva crisis de sobreproducción.
El impacto en las familias productoras
Para los 500 agricultores que integran la comisión de regantes del Caserío Hualtaco III, la crisis está afectando no solo sus ingresos, sino también su bienestar y el de sus familias. Muchos de ellos, que han dedicado más de 30 años a la producción de mango, expresan que nunca antes habían vivido una caída tan drástica en los precios y la demanda. En respuesta, los productores han comenzado a tomar medidas como la poda de los cultivos malogrados y la aplicación de abonos para preparar la tierra para futuras cosechas, aunque temen que el ciclo de siembra y cosecha no se recupere rápidamente.
Sin embargo, la situación económica de muchos de estos agricultores es incierta. Las inversiones en infraestructura, equipos y mano de obra, que se realizan con meses de anticipación, no se ven reflejadas en los ingresos. Para muchos, este año ha representado una de las peores temporadas en términos de rentabilidad, lo que pone en peligro su capacidad para seguir operando en el futuro.
Un futuro incierto, pero necesario replanteamiento
La crisis de la sobreproducción de mango en Piura resalta la vulnerabilidad del sector agrícola ante factores climáticos, fluctuaciones del mercado y la falta de regulaciones que permitan a los agricultores estabilizar su producción y ventas. La falta de previsión en términos de oferta y demanda ha generado una situación que afecta no solo la economía local, sino también la competitividad del país en los mercados internacionales.
A nivel nacional, el desafío es grande. Los productores piden políticas públicas más eficaces que les permitan gestionar mejor la oferta de mango, establecer precios justos y contar con alternativas para enfrentar crisis climáticas. Además, el fomento de la diversificación de cultivos podría ser una estrategia a largo plazo para disminuir la dependencia de una sola fruta en las exportaciones.
Mientras tanto, los agricultores de Piura esperan que las autoridades intervengan rápidamente para mitigar los efectos de la sobreproducción y que las condiciones del mercado mejoren para poder asegurar la estabilidad de sus ingresos en los años venideros.