El KT-1P Torito, avión de entrenamiento y ataque ligero de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), ha sido una pieza clave en la formación de nuevos pilotos desde su llegada al país en 2014. Sin embargo, un reciente accidente ocurrido en mayo de 2025 ha vuelto a poner el foco sobre la aeronave, su sistema de seguridad y el manejo institucional de emergencias.
La tragedia que conmociona a la FAP
El 20 de mayo de 2025, el avión KT-1P Torito matrícula FAP 446 despegó desde la Base Aérea “Capitán FAP Renán Elías Olivera” en Pisco para una misión de instrucción de navegación táctica. La tripulante era la alférez Ashley Vargas, quien realizaba su vuelo de graduación.
A las 16:08 horas, la FAP perdió todo contacto con la aeronave cerca de la Isla Zárate, a unos 8.5 km al sureste de la Península de Paracas. La alarma se activó de inmediato, pero el geolocalizador manual no se activó, lo que complicó severamente las labores de búsqueda.
Tras dos semanas de operaciones intensas con apoyo de la Marina de Guerra, el 5 de junio se confirmó el peor escenario: los restos del avión fueron hallados en el mar, en la zona de la playa Mendieta, dentro de la Reserva Nacional de Paracas. El cuerpo de Ashley Vargas fue encontrado aún sujetado al asiento eyectable de la nave.
Un caso que abre cuestionamientos
La muerte de la alférez Vargas ha generado conmoción y ha abierto un debate nacional. Su familia ha denunciado públicamente fallas en el sistema de eyección del KT-1P y ha cuestionado la falta de transparencia en las investigaciones iniciales. Ya se han anunciado acciones legales por presunto homicidio culposo.
En paralelo, sectores de la opinión pública y especialistas en seguridad aérea han pedido una revisión técnica de la flota KT-1P y de los protocolos de emergencia de la FAP.
Un avión moderno y versátil
El KT-1P es una variante peruana del avión surcoreano KT-1 Woongbi, diseñado por Korea Aerospace Industries (KAI). Fue adquirido por el Perú en noviembre de 2012 durante el gobierno de Ollanta Humala, en un contrato valorado en más de 208 millones de dólares.
De las 20 unidades compradas por la FAP, 4 fueron construidas en Corea del Sur y las otras 16 ensambladas en la planta de coproducción conjunta con SEMAN Perú en la Base Aérea Las Palmas, marcando un hito en la industria aeronáutica nacional.
Este avión destaca por sus capacidades:
- Velocidad de crucero: 574 km/h
- Techo operativo: 11,580 metros
- Alcance: 1,300 km
- Motor: Pratt & Whitney PT6A-62 (950 hp)
- Armamento opcional: ametralladoras FN HMP-250, bombas MK-82 y MK-83, lanzacohetes LAU-131, tanques externos
Su cabina, con aviónica avanzada, incluye pantallas multifunción (MFD), HUD, navegación GPS/INS y es compatible con sistemas de visión nocturna, lo que lo convierte en una plataforma eficaz tanto para entrenamiento como para misiones de apoyo táctico.
El KT-1P ha representado un avance en capacidades tácticas y de formación para la Fuerza Aérea del Perú. Pero tras esta tragedia, su confiabilidad, así como la preparación institucional para emergencias, están bajo la lupa.
Hoy más que nunca, la memoria de Ashley Vargas exige no solo homenajes, sino también respuestas, reformas y garantías para que quienes sirvan al país desde el aire lo hagan con la mayor seguridad posible.