La muerte de Daniela Quispe Díaz, una joven de 24 años, tras someterse a una liposucción en la clínica Oxigen Medical Network O2 en Cusco, ha causado gran preocupación e indignación. La joven, quien era administradora, había cumplido con los exámenes médicos previos a la intervención. Sin embargo, su fallecimiento ha generado diversas dudas sobre la seguridad de los procedimientos estéticos en el país, abriendo un espacio para que familiares y autoridades exijan respuestas claras.
La clínica, a través de un comunicado oficial, rechazó cualquier responsabilidad en el deceso de la joven. Sostiene que el fallecimiento podría estar relacionado con un suero fisiológico defectuoso, fabricado por la empresa Medifarma y distribuido por M&M Productos Médicos. Además, la institución aclaró que el médico que realizó la cirugía no forma parte de su personal, sino que fue contratado directamente por la paciente. Según la clínica, tanto el personal médico como la institución siguieron los protocolos establecidos sin conocer las posibles irregularidades en el medicamento suministrado.

La situación se agravó cuando se conoció que otros tres pacientes habían recibido el mismo suero, y uno de ellos se encuentra actualmente en la Unidad de Cuidados Intensivos. Este hecho llevó a la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (DIGEMID) a emitir una alerta sanitaria y ordenar la inmovilización inmediata del producto en cuestión, por la posible reacción adversa que podría causar en los pacientes. A pesar de esto, la clínica defiende que la alerta exime de responsabilidad a sus instalaciones, lo que ha generado una controversia entre las autoridades y los afectados.
Por otro lado, la familia de Daniela exige justicia y un esclarecimiento total de los hechos. Piden que se investigue a fondo lo sucedido para determinar las causas exactas del fallecimiento y que se tomen las medidas necesarias para evitar que tragedias como esta se repitan. Este caso ha puesto en el centro de la discusión la seguridad y regulación de los procedimientos estéticos en el país, dejando una interrogante abierta sobre la responsabilidad de las clínicas y proveedores involucrados.