Un nuevo hecho de violencia sacudió al distrito del Rímac. Mauro Jean Pier Obregón Aliaga, de solo 18 años, fue asesinado a balazos en la calle 29 de marzo, en las faldas del cerro San Cristóbal, alrededor de las cinco de la tarde. El joven deja en la orfandad a una bebé de un año y, según versiones de los vecinos, su pareja estaría esperando un segundo hijo.
El crimen desató escenas de angustia entre los residentes, quienes escucharon cuatro disparos y hallaron a la víctima tendida en el suelo, con un impacto mortal en la cabeza. “Pedíamos mantas, frazadas, algo para cubrirlo… fue terrible”, relató una vecina aún conmocionada.
¿Cómo se produjo el asesinato?
El ataque ocurrió de manera sorpresiva y sin previo aviso. La víctima quedó en la acera con sus pertenencias intactas: casaca y mochila, lo que permite descartar, en principio, un intento de robo como móvil. No hubo testigos directos que identificaran a los atacantes ni al vehículo en el que se habrían movilizado.
El área fue acordonada mientras se esperaba la llegada del fiscal de turno y el equipo de criminalística. Sin embargo, la ausencia de cámaras de seguridad en la zona dificulta la recolección de pruebas. Se espera que alguna vivienda cercana pueda aportar grabaciones que ayuden a identificar a los responsables.
¿Quién era Mauro Obregón?
La víctima era conocida en el vecindario como un joven tranquilo. Padres de familia y amigos confirmaron que era padre de una niña de un año y que su pareja estaría embarazada. El crimen no solo enluta a su familia directa, sino que también ha generado indignación en la comunidad, que denuncia el aumento de la inseguridad en el Rímac.
La División de Homicidios de la Policía Nacional ya tomó el caso y viene recogiendo información para esclarecer las circunstancias del asesinato. Vecinos pidieron a las autoridades reforzar la vigilancia en los alrededores del cerro San Cristóbal, considerado un punto crítico por la presencia de bandas criminales.
¿Qué se sabe de la investigación?
Hasta el momento no se ha establecido un móvil concreto. La hipótesis inicial descarta el robo, por lo que se presume un ataque directo. “Este hecho nos demuestra que la violencia está desbordada y que cualquiera puede ser víctima”, señaló un dirigente vecinal que exigió presencia permanente de patrulleros.
El asesinato de Mauro Obregón se suma a la larga lista de crímenes registrados en Lima en lo que va del año, marcando un escenario de creciente inseguridad ciudadana. Las autoridades aseguraron que el caso no quedará impune y que las diligencias se concentrarán en dar con los autores materiales e intelectuales.