El aeropuerto internacional Jorge Chávez volverá a operar con dos pistas de aterrizaje a partir del 20 de diciembre, según confirmó este jueves Lima Airport Partners (LAP). La noticia llega en medio de cuestionamientos por la extensión de las obras y el impacto previsto en más de 350 operaciones aéreas durante una de las temporadas de mayor demanda del año.
En un comunicado oficial, la concesionaria anunció que la pista 16L, correspondiente a la antigua infraestructura cerrada en junio tras la puesta en marcha de la nueva terminal, culminará su proceso de rehabilitación y habilitación operacional en una fecha posterior a la inicialmente prevista: del 1 de diciembre se pasó al 20 de diciembre, sumando 20 días adicionales al cronograma inicial.
Este ajuste ha generado inquietud entre aerolíneas y gremios del sector, que alertan una posible afectación significativa a los pasajeros. La pregunta clave es evidente: ¿por qué se extendieron las obras y qué impacto tendrá en la operación diaria del principal terminal aéreo del país?
Las razones del retraso: complejidad técnica y ajustes adicionales
LAP explicó que la ampliación del plazo responde a la “complejidad técnica del proyecto” y a la incorporación de “mejoras adicionales solicitadas” durante el proceso de rehabilitación de la pista 16L. Según la concesionaria, estas modificaciones implicaron trabajos adicionales en pavimentos, disponibilidad de maquinaria especializada y desafíos logísticos en la provisión de suministros críticos.
“Debido a la complejidad técnica del proyecto y la incorporación de mejoras adicionales solicitadas, LAP pidió a la autoridad competente una extensión de 20 días adicionales”, indicó la empresa. La tramitación se realizó “conforme a los procedimientos establecidos”, añadió.
La rehabilitación en curso forma parte del proceso de adecuación de la pista antigua, necesaria para evitar la saturación de la nueva infraestructura y garantizar la operación óptima del aeropuerto. ¿Qué mejoras se están implementando? LAP señaló que se han reforzado áreas críticas, optimizado sistemas de drenaje y modernizado superficies de rodaje para cumplir estándares internacionales de seguridad operacional.
Sin embargo, el calendario ajustado y la decisión de comunicar la ampliación del plazo a pocas semanas del inicio de la temporada alta han generado preocupación entre actores clave del sector aeronáutico.
El aeropuerto no detendrá operaciones: pista número dos seguirá activa
Pese al retraso en la habilitación de la pista 16L, LAP aseguró que el aeropuerto no dejará de operar. Mientras la pista número uno se encuentra en rehabilitación, la pista número dos permanecerá operativa como hasta ahora, permitiendo la continuidad de vuelos nacionales e internacionales.
Este anuncio busca transmitir calma a los pasajeros, pero también refleja la presión que enfrentará la pista actualmente activa. En períodos de alta demanda, la operación con una sola pista puede provocar reprogramaciones, congestión y eventuales demoras, una realidad que aerolíneas y pasajeros ya han experimentado en otros terminales saturados de la región.
LAP, por su parte, lamentó los inconvenientes:
“Lamentamos los inconvenientes y reprogramaciones que se tendrán que realizar, pero el beneficio de estas mejoras tiene un impacto mayor en la seguridad operacional del terminal”.
La concesionaria insiste en que el refuerzo estructural y operativo de la pista 16L permitirá mejorar la eficiencia futura del aeropuerto. No obstante, el impacto inmediato sobre los usuarios sigue siendo motivo de debate.
IATA expresa su preocupación: más de 350 operaciones afectadas
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) también intervino en el asunto. Su vicepresidente regional para las Américas, Peter Cerdá, envió una carta al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) manifestando su preocupación por la escasa anticipación con la que el sector fue informado del retraso.
La misiva, difundida por el canal Latina, advierte que el ajuste en el cronograma –comunicado a semanas de la temporada alta– tendrá un impacto directo en la operación de aerolíneas y en la experiencia de miles de pasajeros. La organización estima que más de 350 operaciones programadas se verán afectadas por la extensión de las obras.
Esto abre otra pregunta relevante: ¿podrá el Jorge Chávez absorber la carga operativa y minimizar retrasos con una sola pista durante gran parte de diciembre?
Si bien LAP afirma que la segunda pista seguirá operativa, los expertos anticipan que la coordinación deberá ser extremadamente precisa para evitar colapsos en horarios críticos.
IATA subraya que la infraestructura aérea peruana debe adoptar procesos de comunicación más eficientes y previsibles para evitar que ajustes de última hora afecten la confianza de aerolíneas y usuarios.
Temporada alta y reorganización de vuelos: lo que viene
Diciembre es tradicionalmente uno de los meses de mayor movimiento aéreo en el Perú, tanto por turismo como por viajes familiares y operaciones comerciales. Con retrasos ya previstos y ajustes obligados por la rehabilitación, las aerolíneas deberán reorganizar horarios, coordinar nuevas ventanas de despegue y aterrizaje, y probablemente gestionar un incremento de solicitudes de reprogramación por parte de pasajeros.
Las preguntas clave de las próximas semanas serán:
- ¿Llegarán las obras a tiempo para habilitar la pista el 20 de diciembre?
- ¿Qué medidas adoptará el MTC para asegurar una transición ordenada?
- ¿Se implementarán protocolos adicionales para mitigar retrasos en la operación?
Por ahora, LAP mantiene su compromiso de entregar la pista dentro del nuevo plazo y asegura que el impacto final será positivo para la operación aérea del país. Sin embargo, la coordinación con las aerolíneas y el Estado será determinante para evitar un escenario de caos operacional en las festividades de fin de año.