El Gobierno peruano anunció un giro más estricto en su política migratoria. El ministro del Interior, Vicente Tiburcio, afirmó que el país “ya no tiene espacio para más migrantes” y que se aplicarán medidas inmediatas para frenar el ingreso irregular por las diversas zonas fronterizas. La declaración se suma al reciente pronunciamiento del canciller Hugo de Zela, quien adelantó que el Ejecutivo evalúa declarar el estado de emergencia en regiones clave, empezando por Tacna.
Las declaraciones abren un debate crucial: ¿tiene el Estado la capacidad operativa, legal y humanitaria para implementar un cierre reforzado de fronteras sin vulnerar tratados internacionales? El anuncio llega en un contexto regional marcado por desplazamientos masivos en Sudamérica y un incremento sostenido en los ingresos irregulares por la frontera sur.
Gobierno anuncia controles más estrictos en el ingreso al país
Durante una entrevista en RPP, el ministro Tiburcio fue categórico al señalar que el Perú endurecerá sus medidas frente a la migración irregular, reforzará los filtros en los puntos de ingreso y verificará de manera exhaustiva la documentación presentada por cada persona extranjera.
“No vamos a permitir la migración irregular. No tenemos las condiciones para recibir más migrantes”, indicó el titular del Interior al precisar que las normas migratorias se aplicarán con estricta rigurosidad.
El ministro señaló que la coordinación con la Superintendencia Nacional de Migraciones está en marcha y que se habilitarán equipos y procedimientos para revisar de manera individual cada intento de ingreso. Una frase suya resume la nueva directriz: “Caso por caso… nosotros ya no tenemos espacio para ningún migrante”.
Estas afirmaciones plantean otra pregunta clave: ¿cuál será el impacto de estas medidas sobre el flujo migratorio y sobre los miles de extranjeros que se desplazan por vías irregulares desde otros países de la región?
El Ejecutivo evalúa estado de emergencia en zonas fronterizas
En paralelo, el canciller Hugo de Zela anunció que el Gobierno convocó a un Consejo de Ministros para aprobar la declaratoria de emergencia en Tacna, una decisión que permitiría incrementar la presencia policial y militar en puntos estratégicos de la frontera sur.
“Este es un primer paso para declarar el estado de emergencia en todas las zonas de fronteras del Perú”, afirmó de Zela, indicando que el Ejecutivo considera necesario adoptar medidas excepcionales ante la presión migratoria registrada en los últimos meses.
Tiburcio recordó que la frontera norte ya opera bajo medidas especiales. “Tumbes ya está en estado de emergencia. Todo ese espacio ya ha sido reforzado”, afirmó, en referencia al incremento de controles implementados desde inicios del año para enfrentar el ingreso irregular por pasos no autorizados.
El anuncio de un posible estado de emergencia generalizado abre un nuevo plano de debate: ¿qué facultades extraordinarias permitirán estas medidas y cómo afectarán la movilidad de ciudadanos extranjeros y nacionales?
Revisión exhaustiva y vigilancia reforzada en los límites del país
La supervisión individualizada de documentos será una de las primeras herramientas que aplicará el Ministerio del Interior. El Gobierno considera que este mecanismo permitirá identificar casos de falsificación, desplazamientos clandestinos y posibles riesgos vinculados a delitos transnacionales.
Sin embargo, expertos consultados por medios nacionales han advertido que el incremento de controles debe ir acompañado de protocolos humanitarios, especialmente ante la presencia de familias con menores, personas vulnerables o ciudadanos que buscan tránsito hacia otros países.
La pregunta de fondo es directa: ¿está preparado el Perú para un control migratorio más rígido sin desbordar la capacidad operativa de la Policía, Migraciones y las Fuerzas Armadas?
Tiburcio sostuvo que el Ejecutivo trabaja para garantizar que el operativo sea sostenible y que la presencia policial será reforzada por personal militar en zonas consideradas críticas, como los corredores fronterizos de Tacna, Puno, Tumbes y Madre de Dios.
Contexto regional y presión migratoria en el Perú
El anuncio del Gobierno se da en un momento en el que la región atraviesa uno de los mayores flujos migratorios de la última década. Países como Colombia, Ecuador, Chile y Perú han experimentado un aumento en el tránsito de migrantes venezolanos y de otras nacionalidades, muchos de los cuales intentan llegar al Cono Sur o regresar a sus países de origen por rutas alternas.
El Perú, pese a haber flexibilizado su política migratoria entre 2016 y 2020, ha endurecido desde hace varios años sus requisitos de ingreso y permanencia. Las autoridades sostienen que la prioridad es garantizar la seguridad interna y evitar que se consoliden redes de tráfico ilícito de migrantes y trata de personas.
Analistas señalan que esta nueva política podría tensionar aún más los pasos fronterizos, donde ya se registran situaciones de hacinamiento, varamientos y riesgo para quienes intentan cruzar sin cumplir los requisitos formales.
El Gobierno insiste en que la intención no es cerrar fronteras, sino “ordenar y controlar” los flujos migratorios de acuerdo con la capacidad institucional del país.
Una política migratoria que entra en una nueva etapa
La postura firme del ministro Tiburcio marca un cambio de tono en la política migratoria del Ejecutivo y parece alinearse con medidas similares adoptadas en otros países sudamericanos. El anuncio ante los medios también busca disuadir la migración irregular y advertir que los controles serán más rigurosos.
A la espera de la decisión final del Consejo de Ministros sobre el estado de emergencia, las autoridades continuarán afinando los mecanismos operativos y legales para enfrentar lo que consideran un escenario de presión migratoria sin precedentes.
El debate está abierto: ¿será suficiente el reforzamiento de fronteras para contener el ingreso irregular o se requerirá una política regional más amplia con participación de organismos multilaterales? Lo cierto es que el Gobierno ya trazó su ruta y anuncia que la supervisión migratoria será una prioridad inmediata.