El Ministerio del Interior desplegó durante la madrugada del lunes un amplio operativo de control territorial en dos de las zonas más sensibles de Lima Este: San Juan de Lurigancho y Santa Anita. La intervención, que movilizó a más de 200 efectivos de la Policía Nacional del Perú (PNP) y de las Fuerzas Armadas, forma parte de la estrategia que el Gobierno impulsa para recuperar el orden público en la capital y reforzar las capacidades del Estado frente al avance de la criminalidad.
Las acciones fueron supervisadas por Pedro Hernández Carrizales, secretario general del Ministerio del Interior (Mininter), quien representó al ministro Vicente Tiburcio Orbezo. Desde los puntos de intervención, Hernández destacó que estos despliegues continuarán realizándose “día y noche”, en coordinación con las autoridades locales, como parte del estado de emergencia en Lima y Callao.
Una operación coordinada: más de 200 agentes desplegados
El operativo movilizó a 185 efectivos policiales y 22 miembros de las Fuerzas Armadas, quienes realizaron controles simultáneos en discotecas, bares, casinos y otros locales nocturnos ubicados en puntos estratégicos: el óvalo Zárate, en San Juan de Lurigancho, y el óvalo Santa Anita, en el distrito del mismo nombre.
¿Por qué intervenir estos puntos específicos?
Ambas zonas concentran una alta actividad nocturna y se encuentran en el radar de la PNP por denuncias de actos delictivos, presencia de personas indocumentadas, venta ilegal de alcohol y posibles conexiones con delitos conexos como extorsión o microcomercialización de drogas.
Durante la operación, se realizaron controles de identidad a decenas de personas, tanto ciudadanos peruanos como extranjeros, varios de ellos sin documentos. Según lo informado, todos fueron trasladados a la comisaría del sector para su verificación dentro del marco del estado de emergencia.
Estado de emergencia: la base legal para operativos intensificados
El Gobierno ha sostenido que el estado de emergencia no solo habilita a las fuerzas del orden a realizar intervenciones más rigurosas, sino que también permite una presencia conjunta de la PNP y las Fuerzas Armadas en las calles. Esta articulación, según el Mininter, busca generar una respuesta rápida, una mayor disuasión y un mejor control territorial en zonas con índices elevados de criminalidad.
¿Cuál es el objetivo central de estos megaoperativos?
El Mininter señala que buscan identificar a personas con requisitorias, intervenir locales sin autorización, prevenir delitos en horas de mayor riesgo y cerrar espacios donde operan bandas criminales. Para las autoridades, la clave está en la presencia sostenida y visible de las fuerzas del orden.
Supervisión desde el Ejecutivo y participación de altos mandos
El operativo contó con la presencia del general PNP Enrique Felipe Monroy, jefe de la Región Policial Lima, del general de División Óscar Calle Pérez, comandante del Comando Operacional del Centro del Ejército, así como de otros mandos policiales y militares.
La presencia simultánea de autoridades de alto nivel responde a la decisión del Ejecutivo de supervisar personalmente las intervenciones nocturnas y garantizar que el despliegue tenga una ejecución rigurosa. “Estamos siguiendo los lineamientos del presidente José Jerí y del ministro Vicente Tiburcio”, señaló Hernández Carrizales.
El funcionario remarcó que estas acciones buscan devolver la tranquilidad a las familias de Lima, en momentos en que la percepción de inseguridad alcanza niveles históricos. La presencia conjunta de fuerzas civiles y militares busca reforzar la respuesta táctica y generar una sensación de control efectivo en zonas densamente pobladas.
La estrategia de seguridad: prevención, reacción y control territorial
El Mininter ha señalado que este tipo de operativos se integran a una dinámica de trabajo que abarca tres ejes claves:
1. Prevención
A través del cierre de locales informales, verificación de identidad y detección temprana de ciudadanos sin documentos o con antecedentes.
2. Reacción inmediata
Con la intervención de grupos especiales de la PNP y el apoyo de las Fuerzas Armadas para actuar con rapidez ante posibles incidentes.
3. Control territorial permanente
Mediante presencia policial reforzada, patrullaje conjunto y operativos sorpresa en zonas críticas.
El Estado sostiene que este enfoque integrado permitirá disminuir delitos como robos agravados, extorsiones, microcomercialización de drogas y violencia en locales nocturnos.
Un esfuerzo sostenido en Lima Este
San Juan de Lurigancho, el distrito más poblado del país, ha sido en los últimos años uno de los puntos más afectados por organizaciones dedicadas a la extorsión y al sicariato. Santa Anita, por su parte, alberga una dinámica comercial intensa y una vida nocturna activa que la convierten en un punto estratégico para la PNP.
En ese contexto, los megaoperativos buscan no solo intervenir locales sino recuperar espacios públicos en zonas donde la presencia del Estado es determinante para frenar a las mafias.
¿Qué viene ahora?
Fuentes del Mininter adelantan que este tipo de intervenciones continuarán en las próximas semanas como parte de un plan calendarizado que abarca todo Lima Metropolitana. El Ejecutivo estima que la frecuencia y la simultaneidad de estos operativos serán claves para debilitar la estructura operativa de bandas activas en la capital.
Asimismo, se evalúa replicar este modelo en otras regiones donde se ha declarado estado de emergencia debido al incremento de la criminalidad.