La actividad minera históricamente ha sido relevante para la economía nacional, sea que se trate de las culturas pre-incas como de la inca, la colonia y, en la actualidad, la república con sus azares y sus pesares.
En los momentos más críticos del país, la minería siempre ha estado presente para seguir aportando, desarrollando y entregando todo el conocimiento acumulado por miles de años para que cada generación le saque provecho a esta oportunidad que entrega la potencialidad geológica del territorio. No obstante, todavía hay quienes ven con resquemores a la minería, aluden a un pasado que en su momento empleó las técnicas disponibles más avanzadas, como en el futuro se emplearán otras que superen a las actuales. Eso es parte del proceso evolutivo y nunca ha ocurrido una acción voluntaria destinada a ocasionar algún detrimento.
En la actualidad, la minería representa para el Estado nacional un quinto de los ingresos por concepto de impuesto a la renta. Si prescindiésemos de esta actividad, las brechas sociales se acrecentarían, empeorando la situación de los más vulnerables.
En el Perú, tenemos que seguir el ejemplo de los países desarrollados que emplean sus ventajas comparativas o potencialidades para financiar su propio bienestar, de esta manera podremos aspirar a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, sea mediante la ejecución de obras de infraestructura socio productiva como hospitales, colegios, carreteras, encauzamiento de los ríos -para evitar su desborde-, trasvase de aguas de una cuenca a otra para fortalecer la agricultura, etc.
¿Es posible alcanzar ese mejor país a través de la actividad minera? Sí, más inclusive en la actualidad porque la economía mundial ha decidido cambiar de matriz energética, lo que implica migrar del consumo de combustibles fósiles hacia la electricidad para disminuir el impacto del Dióxido de Carbono (CO2) o emisiones de efecto invernadero que impactan el ambiente.
En consecuencia, la humanidad y, por supuesto, el planeta requieren que se produzca más cobre, lo que hará que la mirada de los inversionistas internacionales se dirija hacia los principales países productores de este metal y el Perú es el segundo mayor productor de cobre del mundo.
¿Cuál es la ventaja comparativa del Perú? Que cuenta con yacimientos de cobre suficientes para convertir al Perú en el primer productor. Durante la próxima década, la demanda mundial de cobre podría pasar de 26 millones de toneladas métricas anuales a aproximadamente 35 millones, lo que representa un crecimiento de 2.5 por ciento cada año o 650 mil TM anuales. Próximos a la inauguración de PERUMIN 36, las autoridades locales, regionales y nacionales cuentan con el escenario perfecto para generar opinión pública favorable hacia el desarrollo y concreción de los proyectos mineros que están en espera de activarse para brindar oportunidades de empleo y bienestar a un mayor número de peruanos.