La Marina de Guerra del Perú localizó restos significativos del avión KT-1P que piloteaba la alférez Ashley Vargas Mendoza, desaparecida desde el 20 de mayo durante un vuelo de instrucción en la región Ica. El hallazgo se produjo en aguas de Punta Otuma, dentro de la Reserva Nacional de Paracas, a una profundidad de 20 metros.
Gracias al trabajo del buque BAP Carrasco, equipado con sonar de barrido lateral, se logró mapear el fondo marino e identificar el fuselaje de la aeronave. Posteriormente, buzos de la Marina confirmaron en inmersión directa que los restos pertenecen al avión siniestrado.
Aunque aún no se tiene rastro de la joven oficial de la Fuerza Aérea, el ministro de Defensa, Walter Astudillo, aseguró que ya se ha determinado la zona de impacto. Por ello, el equipo de buzos fue duplicado de 10 a 20 especialistas, con el objetivo de intensificar la operación de rastreo submarino.
La familia de Ashley continúa acompañando las labores en la zona. Su abogado, José Ocampo, señaló que manejan la hipótesis de un colapso en el aire antes del impacto en el mar. “Mientras su corazón no esté en casa, el nuestro no descansará”, expresó un familiar.