Carlos Guillén Moreau, un joven de nacionalidad venezolana y prófugo del Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación Maranguita, fue capturado por la Policía Nacional del Perú luego de participar en un asalto a mano armada en la ciudad de Huaral. Guillén, de 19 años, lideraba un grupo de cinco delincuentes que irrumpieron en un establecimiento comercial portando una mini Uzi y otras armas de fuego, sembrando el pánico entre trabajadores y clientes.
El violento robo fue registrado por cámaras de seguridad, que muestran cómo los asaltantes reducían al vigilante del local y despojaban de sus pertenencias a los presentes. Tras cometer el atraco, los delincuentes intentaron huir, pero en medio de la persecución policial uno de ellos arrojó el dinero robado, y Guillén fue finalmente reducido por los agentes, resultando herido. Fue trasladado de inmediato al hospital de Huaral bajo custodia policial.
Carlos Guillén se había fugado de Maranguita el pasado 2 de mayo junto a otros cinco internos, todos con antecedentes por delitos graves. Las investigaciones preliminares indican que los demás involucrados en el asalto también serían parte de este grupo de evadidos, conformado mayoritariamente por ciudadanos extranjeros, lo que refuerza las hipótesis de la policía sobre una red criminal organizada.
Las autoridades continúan con los operativos para dar con el paradero de los demás prófugos, mientras se refuerzan las medidas de seguridad en centros juveniles. El caso ha reavivado el debate sobre el control en estos recintos y la participación de menores en delitos violentos, especialmente cuando están involucradas armas de guerra como las utilizadas en este asalto.