En un contexto donde la lectura se erige como una herramienta fundamental para el desarrollo personal y social, el Perú enfrenta diversos desafíos en su fomento y promoción. Según la Encuesta Nacional de Lectura 2022, realizada por el Ministerio de Cultura (Mincul) y el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), apenas el 47,3% de la población peruana leyó por lo menos un libro, evidenciando una brecha significativa en el acceso y la práctica lectora.
Si bien se implementan diversas iniciativas desde el Estado, como la apertura de bibliotecas municipales y provinciales, así como la traducción de obras literarias a lenguas originarias, aún persisten desafíos importantes que requieren atención y acción. Según la misma encuesta, solo el 6,5% de la población de 18 a 64 años asistió de manera presencial a bibliotecas, mientras que el 12% accedió a bibliotecas digitales.
En el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, conversamos con Javier Arévalo, destacado escritor y gestor cultural peruano, sobre la situación actual de la lectura en el país y los esfuerzos que realiza para promover este hábito. Con una larga trayectoria dedicada a la promoción de la lectura, el escritor lideró proyectos como Recrea y Un Millón de Niños Lectores, que buscan acercar los libros a niños y jóvenes en todo el país.
Con este último, logró instalar salas de lectura en más de cincuenta escuelas en zonas de bajos recursos a lo largo del país. Actualmente, dirige el proyecto Lea en Sociedad con la Fundación Joma, que ha impulsado el sistema de bibliotecas escolares en tres colegios del distrito de Puente Piedra en Lima, el cual ha beneficiado a alrededor de 3 000 niños.
Cultivar hábitos desde la infancia
En el 2003, Arévalo fue miembro de la Comisión para el Cambio del Aprendizaje de Lengua y Literatura a todo nivel, del Ministerio de Educación. Tres años después, promovió y diseñó el Plan Lector Nacional, una política de Estado que fijó una meta nacional de lectura de un título por mes para alumnos y maestros.
“El objetivo inicial fue desarrollar hábitos lectores, ya que la consecuencia del hábito lector es la comprensión lectora. En Perú, los niveles de comprensión son bajos, lo que evidencia la necesidad de fomentar la lectura. No es solo comprender lo que se lee, es que se habitúen a agarrar un libro”, señaló.
Para el gestor es importante crear hábitos lectores desde una edad temprana, haciendo hincapié en el papel fundamental de las bibliotecas escolares y el fomento de la lectura en el entorno familiar, como pilares fundamentales para promover una cultura lectora sólida y perdurable en el tiempo.
Bibliotecas a lo largo del país
Asimismo, resalta la importancia de las bibliotecas como espacios fundamentales para el acceso a la cultura y el conocimiento. Para Arévalo, las bibliotecas no son solo depósitos de libros, sino centros dinámicos de aprendizaje y encuentro que deben estar disponibles para todos los ciudadanos, independientemente de su origen o estatus socioeconómico.
“Debe haber una ley de libros que obligue al Estado a poner bibliotecas en cada escuela pública y privada, porque de lo contrario, seguiremos perdiendo niños”. Destacó que en la actualidad hay muchas escuelas que no cuentan con una biblioteca, o si las tienen, esta carece de una gestión adecuada, libros o se encuentran cerradas.
Con esta idea, el próximo 4 de mayo, como parte del Proyecto Lea, se realizará ‘Patitas Lectoras’, una actividad en la que perros adiestrados llevarán libros a un puericultorio para fomentar la lectura desde edades tempranas. “Son 25 perritos, que con sus dueños, llevarán unos 200 ejemplares que vamos a donar”, detalló Arévalo sobre esta iniciativa que busca cultivar el amor por los libros desde la primera infancia.
Nueva Ley del Libro busca reducir precios
Durante el evento ‘Gran festival del libro y la lectura: ¡Un libro te cambia la vida!’, organizado por el Mincul el 21 de abril, Leslie Urteaga, ministra de Cultura, anunció la próxima publicación del reglamento de la Ley del Libro y la Lectura, el cual busca reducir el precio de los libros.
Sobre esta iniciativa, Arévalo considera que el problema no radica en los costos, sino en la ausencia de hábitos lectores. “La reducción del precio de los libros no es tarea del Estado, la tarea del Estado es crear el acceso a ellos”, afirma.
