En el transcurso del año 2023, se ha registrado un preocupante aumento en los delitos informáticos, con más de 2200 denuncias según datos proporcionados por la Policía Nacional del Perú. Las festividades de fin de año, en particular, elevan el riesgo de caer víctima de fraudes online, especialmente cuando se realizan compras a través de aplicaciones y páginas web en busca del regalo perfecto.
Eduardo Rojas Diaz, gerente central de administración y finanzas de Caja Trujillo, ofrece consejos prácticos para evitar ser blanco de estas amenazas cibernéticas durante las Fiestas de Fin de Año:
- Monitorea tus cuentas: Revisa regularmente los movimientos en tus cuentas de ahorros para detectar cualquier actividad sospechosa. La prontitud en la identificación de problemas facilita su resolución.
- Personaliza el uso de tus tarjetas: Al utilizar los canales digitales de Caja Trujillo, activa notificaciones para tus operaciones, establece límites para transacciones online y habilita la opción de compras por internet solo cuando sea necesario.
- Ten contraseñas seguras: Crea contraseñas robustas para acceder a los canales digitales de Caja Trujillo, evitando el uso de números repetidos o relacionados con fechas especiales. Evita la reutilización de contraseñas.
- Verifica los sitios web: Antes de realizar compras en línea, asegúrate de estar en un sitio seguro. Verifica que la URL comience con “https://” y busca el candado en la barra de direcciones del navegador.
- Cuidado con correos electrónicos fraudulentos: Ejerce precaución al hacer clic en enlaces o descargar archivos adjuntos de correos electrónicos, especialmente si no esperabas recibirlos.
- Redes Wi-Fi seguras: Evita el uso de redes Wi-Fi no seguras al realizar compras en línea desde lugares públicos.
Ante la consulta sobre este tema, el funcionario de Caja Trujillo subraya la importancia de desarrollar buenos hábitos al navegar por internet, especialmente al realizar operaciones como compras, pagos en línea o transferencias de dinero.
Finalmente, es crucial destacar que caer víctima de fraude informático puede tener consecuencias más allá de las financieras, incluyendo el riesgo de robo de identidad y daño a la reputación personal o profesional.