Cada 3 de junio, el mundo celebra el Día Mundial de la Bicicleta, una fecha dedicada a reconocer el valor de este medio de transporte que, a lo largo de más de dos siglos, ha demostrado ser simple, accesible, limpio, ecológico y profundamente beneficioso para la sociedad. Lejos de ser solo una herramienta para moverse, la bicicleta se ha convertido en un símbolo de salud, equidad, sostenibilidad y libertad.
Practicar actividades físicas como montar en bicicleta tiene impactos positivos tanto en el cuerpo como en la mente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), actividades de intensidad moderada —como caminar o pedalear— pueden reducir significativamente el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes, ciertos tipos de cáncer, accidentes cerebrovasculares e incluso muerte prematura. En otras palabras: moverse en bicicleta puede alargar y mejorar la calidad de vida.
Pero el valor de la bicicleta va más allá de la salud. En muchos sectores urbanos, especialmente en los más vulnerables, la bicicleta es una solución de movilidad económica y eficiente. Para quienes no pueden costear un vehículo propio, pedalear puede significar acceso a servicios básicos como educación, salud y trabajo. Además, al promover un transporte activo, las ciudades también ganan: menos tráfico, menos emisiones contaminantes, mejor calidad del aire y calles más seguras.
En 2022, la Asamblea General de las Naciones Unidas subrayó la importancia de integrar el uso generalizado de la bicicleta en los sistemas de transporte público como parte de los esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Este compromiso internacional reconoce que fomentar el uso de la bicicleta es una medida eficaz para reducir desigualdades, combatir el cambio climático y mejorar la vida urbana.
La bicicleta en el Perú: un medio con gran potencial
En el Perú, el uso de la bicicleta ha ido en aumento, especialmente en áreas urbanas. Un estudio realizado por la Municipalidad Metropolitana de Lima reveló que el 26% de los ciudadanos de Lima Metropolitana utiliza la bicicleta, destacando su relación con la salud, el deporte, el ahorro de tiempo y la reducción de la contaminación. Además, el 61% de los encuestados indicó que comenzó a usar la bicicleta durante la pandemia, y el 78% expresó su intención de continuar utilizándola en el futuro.
Sin embargo, a pesar de estos avances, el uso regular de la bicicleta como medio de transporte sigue siendo limitado. En Lima, solo el 3% de los habitantes la utiliza de manera regular. Este dato resalta la necesidad de continuar promoviendo políticas públicas que fomenten la infraestructura adecuada, la seguridad vial y la educación sobre los beneficios del uso de la bicicleta.
Un llamado a la acción global
Además, en este día se alienta a gobiernos, comunidades y ciudadanos a promover actividades como marchas ciclistas, talleres o campañas educativas para fortalecer la cultura de la bicicleta. Pedalear, en este sentido, no solo conecta puntos en el mapa, sino también a las personas entre sí, fomentando valores como la inclusión, la tolerancia, el respeto y la paz.
Así que hoy, más que nunca, vale la pena recordar que subirse a una bicicleta es también subirse a un futuro más sano, justo y sostenible para todos.