Alejandra Landers Carpio, una joven de 26 años que había ingresado a la Clínica Sanna de San Borja por una gripe leve, terminó en coma tras recibir un suero fisiológico defectuoso. Según su padre, Tulio Landers, su hija sufrió vómitos y un rápido deterioro de su salud tras la aplicación del producto, lo que finalmente derivó en un diagnóstico de muerte cerebral. La familia denuncia que la atención médica brindada fue insuficiente, y que en ese lapso crítico no se tomaron las medidas necesarias para estabilizar su estado.
Este caso se suma a varios otros reportes relacionados con el suero de la marca Medifarma, específicamente del lote 2123624, que ha estado vinculado a muertes y complicaciones graves. La Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) emitió una alerta sanitaria instando a todos los establecimientos de salud a retirar los lotes de suero afectados, dado su potencial riesgo para la salud.
El padre de la joven, visiblemente afectado, presentó una denuncia formal contra la Clínica Sanna por presunta negligencia, cuestionando especialmente el período de tiempo transcurrido entre la aplicación del suero y la atención médica recibida. “Queremos saber qué ocurrió durante esa hora y media en que mi hija estuvo sin respuesta”, exigió Landers, pidiendo a las autoridades que esclarezcan los hechos y responsabilicen a los culpables de esta tragedia.
Mientras la investigación avanza, el caso ha generado un llamado de atención sobre la seguridad de los productos médicos en el país. La familia de Alejandra, además de buscar justicia por lo ocurrido, espera que su denuncia sirva como un precedente para evitar que otros pacientes sean víctimas de productos defectuosos y de una atención médica deficiente en situaciones críticas.