En la Amazonía viven 7500 peruanos pertenecientes a los Pueblos Indígenas en Aislamiento y Contacto Inicial (PIACI), quienes cumplen un rol fundamental en la protección de los bosques. Sin embargo, su existencia se ve en constante peligro por las actividades ilegales que cada vez invaden más sus territorios. Asimismo, el escaso presupuesto asignado por el Estado para proteger a los PIACI frena las acciones necesarias para asegurar la protección de sus territorios.
Durante la presentación del libro “Invisibles, vulnerables y amenazados. Hacia la protección efectiva de los pueblos en aislamiento y contacto inicial – PIACI”, representantes de las comunidades indígenas aledañas a los PIACI solicitaron al Estado peruano, en particular al Ministerio de Cultura, que se brinde un presupuesto mayor para atender a estos grupos vulnerables, ya que de ello depende su supervivencia y el cuidado mismo de la Amazonía.
Al respecto, Marcelo Odicio, presidente de la Federación Nativa de Comunidades Kakataibo (FENACOKA) expresó: “Nosotros defendemos los derechos colectivos de nuestros hermanos que están en situación de aislamiento y tenemos una responsabilidad inmensa que cumplimos desde nuestras posibilidades, con o sin el apoyo del Estado”. Añadió que, sin embargo, esta tarea se vuelve cada vez más difícil por la inseguridad y violencia que generan las economías ilegales en el entorno de la Reserva Indígena Kakataibo, creada en 2022 para proteger a los PIACI.
Por su parte, Miguel Macedo, antropólogo del IBC señaló: “El libro llega en un contexto en que avanzan inexorablemente las presiones sobre los territorios de los pueblos en situación de aislamiento, y cuando la falta de información sobre la realidad de estas poblaciones ha llevado a algunos grupos económicos a cuestionar su existencia, llegando incluso a proponer proyectos legislativos que buscaban debilitar el régimen que sustenta su protección”.
Sin presupuesto
En esa misma línea, Adam Bauer, representante de AIDESEP, sostuvo que hay un panorama de deforestación muy lamentable en la reserva indígena kakataibo y que si bien está en vigor un régimen sancionador por infracciones a la ley PIACI, a la fecha no ha sido efectivo.
“En el Perú el régimen sancionador por infracciones a la ley PIACI existe, fue aprobado hace cinco años, pero a pesar de haberse registrado tantas amenazas en las reservas indígenas no se ha implementado el régimen sancionador hasta el día de hoy. ¿Por qué no se implementan los mecanismos de protección de los derechos de esos pueblos? La raíz de este problema es que el Ministerio de Cultura no otorga un presupuesto adecuado a la Dirección de Pueblos Indígenas y en contacto inicial (DACI)”, denunció.
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El representante de AIDESEP indicó que cada año la DACI recibe un presupuesto de entre 3 y 4 millones de soles para proteger territorios de más de 4 millones de hectáreas en toda la Amazonía peruana, pero dicha partida es insuficiente pues “en realidad se necesitarían aproximadamente 20 o 25 millones de soles para funcionar bien, pero les otorgan 4 millones, es decir el 10% de lo que realmente se necesita”, detalló.
Amenazados e invisibilizados
Por otro lado, Klaus Rummenholler, antropólogo experto en pueblos indígenas en aislamiento y en contacto inicial, informó que Perú cuenta con ocho reservas de protección de PIACI, tanto en reservas territoriales como en reservas indígenas, las cuales suman un total de 4,631,453 hectáreas. Y a la par se encuentran en proceso de evaluación cinco solicitudes de reservas indígenas.
“Es importante concluir los procesos de reconocimiento y categorización de las reservas indígenas. Por el momento existen cinco solicitudes pendientes en Loreto, Ucayali. Dos de ellas, Yavarí Mirim y Napo Tigre, fueron solicitadas a inicios de la década de 2000, sin que a la fecha se logre su categorización”, indicó el experto.
Según Pedro Tipula, investigador del IBC, las presiones en territorios de PIACI se han intensificado en los últimos años, principalmente por la expansión de cultivos ilegales y la extracción de madera y minerales en forma ilegal. Las presiones también derivan de derechos otorgados legalmente por el Estado, como concesiones forestales y lotes petroleros.
Entre las amenazas, Tipula menciona las carreteras de interconexión amazónica, como IIRSA Centro, cuyo trazado atraviesa territorios destinados a protección de los PIACI. Asimismo, subraya el peligro que significa para los PIACI el desarrollo de actividades ilícitas al interior de territorios de protección. Un sobrevuelo realizado por AIDESEP en marzo de 2024 sobre la Reserva Indígena Kakataibo Norte y Sur (Ucayali, Huánuco y Loreto) registró la presencia de cultivos de coca y dos pistas clandestinas de aterrizaje, lo que la constituye en la Reserva Indígena con mayor nivel de amenaza en el Perú. Según un informe de DEVIDA publicado en junio pasado, entre 2021 y 2023 las áreas cultivadas con coca pasaron de 171 a 416 hectáreas, denotando un crecimiento de 144%.
A su turno, Beatriz Huertas, experta en pueblos indígenas en aislamiento y contacto inicial, indicó que para hacer frente a las actividades ilegales en territorios de los PIACI es preciso fortalecer la articulación entre los diferentes sectores del Estado y niveles de gobierno con competencia en la materia, a fin de diseñar estrategias conjuntas. Ello demanda también fortalecer el control territorial de las Reservas, dotándolas de los recursos necesarios para realizar un monitoreo efectivo.
Huertas precisa, asimismo, la urgencia de culminar los procesos de reconocimiento de PIACI y categorización de reservas indígenas a fin de asegurar las tierras necesarias para la continuidad de estos pueblos.
Luchar contra la desinformación
En cuanto a la necesidad de combatir la desinformación existente sobre los PIACI, Mariano Castro, experto en derecho y gestión ambiental, resaltó que existe “una obligación ética y constitucional que debe expresarse como una tarea del Estado y también de la sociedad para garantizar estos pedidos para los PIACI. Aquí la información juega un rol esencial. Este libro es una ayuda importante para posicionar este tema ante todos y para asegurar los planes de vida y desarrollo de las poblaciones en estos territorios”, expresó.
La publicación “Invisibles, vulnerables y amenazados. Hacia la protección efectiva de los pueblos en aislamiento y contacto inicial – PIACI” fue elaborada por investigadores reunidos por el Instituto del Bien Común y fue posible gracias al apoyo de la Embajada Británica en Lima y UK PACT. La obra fue presentada en el Centro Cultural Británico de Miraflores.
Dato
- Con 25 pueblos indígenas en aislamiento o contacto inicial reconocidos oficialmente, el Perú es el segundo país del mundo con el mayor número de pueblos en esa situación. Estas poblaciones han buscado refugio en los lugares más remotos de los centros de poder político y económico del país, sobre todo al oriente de los departamentos de Loreto, Ucayali y Madre de Dios, en la zona fronteriza con Brasil.
- Perú cuenta con ocho reservas de protección de PIACI, tanto reservas territoriales como reservas indígenas, por un total de 4,631,453 hectáreas. Además, se encuentran en proceso de evaluación cinco solicitudes de reserva indígena, por un total de 3,016,900 hectáreas. Dos de ellas, Yavarí Mirim y Napo Tigre, fueron solicitadas a inicios de la década del 2000, sin que a la fecha se logre su categorización.