El auge de las apuestas digitales ya no es un asunto de mayores de edad. EsSalud encendió las alarmas tras registrar, de enero a la fecha, 177 casos de ludopatía a nivel nacional, un 10% más que en el mismo periodo del 2024. Pero la cifra más inquietante está en casa: los casos en niñas, niños y adolescentes de 0 a 17 años aumentaron un 18%, reflejando la rápida penetración de plataformas de azar en los entornos digitales que consumen a diario.
La ludopatía —una adicción sin sustancias, impulsada por la búsqueda de placer al apostar— está encontrando terreno fértil en videojuegos, apps y dinámicas como loot boxes, ruletas y recompensas aleatorias. La psiquiatra de EsSalud Paula Vizcarra Flores advierte que los menores, con más acceso a celulares y computadoras, quedan expuestos a mecanismos altamente estimulantes que imitan la lógica de los casinos. “Tener el casino en el celular permite apostar a cualquier hora y con mayor frecuencia”, señala.
Aunque los niños no manejen dinero, ciertas prácticas familiares, como promover pronósticos deportivos o permitir compras recurrentes en juegos, pueden normalizar tempranamente la relación con el azar. Las señales de alerta incluyen uso frecuente de dinero en juegos digitales, pedidos constantes de recargas, ansiedad, irritabilidad y dificultades para concentrarse en clase.
EsSalud recomienda a los padres supervisar el uso de dispositivos, evitar que los menores participen en apuestas informales, promover actividades fuera de las pantallas y mantener espacios de acompañamiento emocional. En un entorno virtual cada vez más diseñado para capturar la atención, la prevención empieza en casa.
La institución reafirma su compromiso de reforzar la vigilancia y atención de estas conductas adictivas, especialmente en la población más joven, frente al avance silencioso —pero acelerado— de las apuestas digitales.