Escribe: Humberto Zúñiga Schroder*
Las recientes medidas adoptadas por el presidente Donald Trump, dirigidas a expulsar de los Estados Unidos de América (EE.UU.) a inmigrantes ilegales ha despertado opiniones encontradas y generado temor y rechazo entre aquellas personas que podrían verse afectadas. ¿Es esta una situación aislada o es que otros países, sobre todo en la Unión Europea (UE), están siguiendo un camino similar?
Vayamos por partes. Como es sabido, en los años 2015 y 2022 se dio una crisis migratoria en la UE, exacerbada por los conflictos armados en Siria y Ucrania respectivamente. De hecho, según cifras oficiales del Parlamento Europeo, en el 2023 hubo 1,129.640 solicitudes de asilo (el nivel más alto desde 2016) mientras que en el año 2024 fueron registrados 53,270 ingresos irregulares (Consejo Europeo).
Ahora bien; la UE y sus miembros comparten competencias en temas migratorios; no obstante, cada país tiene la decisión final sobre qué solicitudes acepta o no. Bajo esta premisa, si bien inicialmente países como, por ejemplo, Alemania y Suecia tuvieron, por decir lo menos, una política de apertura al flujo de migrantes extranjeros, lo cierto es que al día de hoy la situación no es la misma. Veamos qué es lo que ha cambiado.
En Alemania, el 29 de enero de este año –y en medio de la cobertura que la prensa internacional ha dado a las nuevas medidas implementadas por el presidente Trump–fue aprobada en el Parlamento una moción que permitiría cerrar las fronteras a los solicitantes de asilo, siendo que dicha propuesta fue impulsada por el líder del partido conservador Unión Cristianodemócrata, Friedrich Merz, a raíz del ataque con un arma punzocortante en Baviera que dejó a dos personas muertas, entre ellas un niño. Suecia, por su parte, implementará a partir del 2026 un pago de 350,000 coronas suecas (unos 34,000 dólares) a aquellos migrantes que deseen regresar voluntariamente a sus países de origen; ello, entre otras cosas, a raíz del incremento de la ola de criminalidad en dicho país.
Como puede apreciarse, no solo EE.UU., sino también otros países dentro de la UE están endureciendo sus políticas –o cambiando su giro– frente a la inmigración. Particularmente, dentro de la Unión Europea, actualmente forman parte del debate actual conceptos tales como “defensa de la soberanía nacional”, “seguridad”, “derechos humanos” y “falta de solidaridad de los Estados”, entre otros. Queda por ver qué sucederá a futuro con este tema tan sensible.
* Vicedecano de la Facultad de Derecho de la Universidad del Pacífico e investigador del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico (CIUP).