La pesca y la acuicultura, dos sectores vitales para la economía y seguridad alimentaria, fueron el centro de un encuentro internacional realizado en el Congreso de la República. En el marco de la Undécima Conferencia Mundial de Jóvenes Parlamentarios de la Unión Interparlamentaria (UIP), la Comisión de Producción, Micro y Pequeña Empresa y Cooperativas, presidida por el legislador Raúl Huamán Coronado (FP), convocó a una sesión extraordinaria para debatir sobre el desarrollo sostenible de la pesca.
El evento contó con la participación del presidente del Congreso, José Jerí Oré, quien destacó la apertura de los parlamentarios de la UIP para compartir experiencias con sus pares peruanos. “Este tipo de encuentros nos dan una visión mucho más completa de qué acciones debemos tomar y qué caminos evitar”, señaló.
¿Qué retos enfrenta el sector pesquero peruano?
Huamán Coronado recordó que el Perú es uno de los países con mayor riqueza pesquera del mundo, pero advirtió que esa ventaja solo podrá sostenerse si se apuesta por la formalización, la capacitación tecnológica y la gestión adaptativa frente al cambio climático. “La pesca artesanal es la base del sustento de miles de familias, y requiere políticas de inclusión laboral y acceso a nuevas tecnologías”, enfatizó.
El congresista advirtió que el cambio climático es una amenaza creciente para los ecosistemas marinos y costeros. Por ello, consideró urgente fortalecer sistemas de monitoreo y adoptar medidas que permitan responder de manera flexible a fenómenos como El Niño. “La protección de la biodiversidad marina es crucial para garantizar el futuro de la pesca”, puntualizó.
La visión del Ejecutivo
El encuentro contó con la exposición de Victoria Rosas, directora general de Políticas y Análisis Regulatorio en Pesca y Acuicultura del Ministerio de la Producción, quien presentó los lineamientos de la Política Nacional de Pesca al 2040. Según explicó, esta hoja de ruta busca articular la productividad con la sostenibilidad de los recursos hidrobiológicos.
Asimismo, participaron la presidenta ejecutiva de SANIPES, Mónica Saavedra Chumbe, y el presidente ejecutivo interino del Instituto del Mar del Perú (IMARPE), contralmirante Jorge Paz Acosta, quienes expusieron sobre la inocuidad, la calidad de los productos pesqueros y la importancia de la investigación científica para garantizar la sostenibilidad.
Mirada internacional: Vietnam y Alemania
El intercambio con los parlamentarios extranjeros evidenció la importancia de la cooperación global. El representante de Vietnam, Dinh Cong Sy, subrayó que su país ocupa el Top 3 mundial en exportaciones de productos marinos, después de China e India, con cifras que alcanzan los 10 mil millones de dólares anuales. Además, reveló que el Perú se ha convertido en el sexto socio comercial de Vietnam en América Latina, con un intercambio que supera los 700 millones de dólares.
Por su parte, la diputada alemana Agnes Conrad destacó la alianza estratégica con el Perú desde 2022 para la protección marina y costera. Alemania ha destinado, a través del Banco de Desarrollo KFW, alrededor de 10 millones de euros al programa de Áreas Naturales Protegidas, con el objetivo de mejorar la gestión de reservas y promover la pesca sostenible, la economía circular y la adaptación climática.
¿Por qué es clave este debate para el Perú?
El Perú depende de la pesca no solo como sector exportador, sino como fuente de seguridad alimentaria. El país es líder en producción de harina y aceite de pescado, pero enfrenta el reto de diversificar y modernizar la acuicultura, un sector en crecimiento que podría ser clave para la economía de las próximas décadas.
La pregunta que deja esta sesión es clara: ¿puede el Perú convertirse en un modelo de pesca sostenible sin sacrificar su competitividad en el mercado internacional? La respuesta pasa por políticas públicas firmes, cooperación internacional y el compromiso de los actores involucrados.
La sesión extraordinaria en el Congreso fue más que un intercambio de discursos. Representó un espacio donde el Perú puso sobre la mesa la urgencia de encontrar un equilibrio entre productividad, conservación y bienestar social. Con el respaldo de experiencias internacionales, el desafío ahora será traducir estas ideas en medidas concretas que fortalezcan a los pescadores artesanales, impulsen la acuicultura y protejan los ecosistemas marinos.
El reto está planteado: transformar la riqueza pesquera en un modelo sostenible que garantice tanto la seguridad alimentaria como el liderazgo del Perú en el escenario global.