La justicia peruana dictó una de las penas más severas contempladas en la ley para casos de feminicidio, al imponer 30 años de prisión a Joshua Huamán, responsable del asesinato de su expareja, Kimberlit Tapia, una joven de 18 años cuyo caso conmocionó al distrito de Cieneguilla y volvió a encender las alertas sobre la violencia contra las mujeres en el país. La sentencia fue conseguida por el Segundo Despacho de la Fiscalía Especializada en Violencia contra las Mujeres, liderado por la fiscal provincial Vilma Torres.
A más de un año del crimen ocurrido en septiembre de 2024, el Poder Judicial confirmó la contundencia del trabajo fiscal presentado en audiencia. La investigación acreditó que Huamán atacó brutalmente a la víctima dentro de una vivienda en un condominio de Cieneguilla, para luego seccionar el cuerpo y ocultarlo en un terreno baldío, un hecho que reveló extrema violencia y ensañamiento.
Un caso que sacudió Cieneguilla: ¿qué ocurrió el día del crimen?
Según la acusación del Ministerio Público, el 8 de septiembre de 2024 Joshua Huamán ingresó al inmueble donde se encontraba Kimberlit Tapia y la atacó con un cuchillo, provocándole la muerte. El crimen fue perpetrado en un entorno privado y sin testigos, lo que hizo más compleja la reconstrucción de los hechos. Sin embargo, los peritos y fiscales lograron recopilar evidencia determinante.
Tras el ataque, el acusado intentó ocultar el delito trasladando y seccionando el cuerpo para abandonarlo en un terreno baldío de la zona. Esta acción agravó aún más la acusación fiscal, al evidenciar un claro intento de encubrir el crimen y evitar su hallazgo.
La pregunta central —¿cómo lograron vincularlo directamente con el asesinato?— fue respondida con una combinación de pruebas técnicas y testimonios que sostuvieron la acusación durante el proceso penal.
Pruebas reveladoras: ¿cómo sustentó la Fiscalía la condena?
El fiscal adjunto provincial Michell Bernaola Pascual presentó una batería de elementos probatorios que resultaron clave para obtener la sentencia condenatoria. Entre ellos destacaron:
- Acta de escena del crimen, con aplicación de luminol que permitió identificar rastros de sangre en la vivienda.
- Imágenes de cámaras de seguridad, que registraron movimientos previos al hecho.
- Hallazgo del arma homicida, un cuchillo encontrado en la zona donde se ocultó el cuerpo.
- Pericias psiquiátricas y psicológicas, que concluyeron que el imputado estaba en pleno uso de sus facultades mentales.
Estas pruebas respondieron a una pregunta clave: ¿tenía Huamán la capacidad de comprender la gravedad de sus actos?
La respuesta pericial fue contundente: sí, y actuó de manera consciente y deliberada.
El trabajo fiscal permitió descartar versiones de defensa vinculadas a supuestos estados alterados o trastornos que pudieran disminuir la responsabilidad penal del acusado. De esa forma, la Fiscalía dejó sentado que el crimen fue cometido con pleno discernimiento.
Reparación civil y mensaje institucional: ¿qué significa esta sentencia para futuras investigaciones?
Además de la condena de 30 años de prisión —una de las sanciones más altas dispuestas para feminicidio— la justicia ordenó a Joshua Huamán el pago de S/ 250 000 de reparación civil a favor de los familiares de Kimberlit Tapia. Este monto busca resarcir, en la medida de lo posible, el daño ocasionado por la pérdida irreparable de la joven.
La sentencia también envía un mensaje clave: el Estado está reforzando sus respuestas frente a los crímenes de violencia contra las mujeres, especialmente aquellos caracterizados por extrema brutalidad. La Fiscalía de La Molina subrayó que este resultado reafirma el compromiso institucional en la investigación y persecución de todo acto que ponga en riesgo la integridad de mujeres y miembros de grupos familiares.
En un país donde cada año se reportan decenas de feminicidios, la pregunta que queda es inevitable: ¿estas condenas ayudarán a reducir la violencia de género?
Si bien la sanción penal es fundamental, especialistas coinciden en que la prevención, la educación y la intervención temprana siguen siendo claves para evitar que estos crímenes continúen.