En los últimos días de 2025, cuando el país se preparaba para cerrar un año difícil, una familia del sur tomó una decisión silenciosa y decisiva. En medio del duelo, dijo sí a la donación de órganos. El gesto activó el Operativo N.° 55 del Seguro Social de Salud (EsSalud) y permitió salvar cinco vidas. No es poco: es, en términos reales, una victoria de la vida sobre la tragedia.
El operativo permitió trasplantar un corazón, un hígado, dos riñones y dos córneas a pacientes que aguardaban en lista de espera. Entre los procedimientos destacó uno de alta complejidad: un implante combinado corazón–riñón en un solo receptor, una intervención que exige precisión quirúrgica, tiempos estrictos y una coordinación médica impecable. El corazón, primer órgano trasladado, debía implantarse en una ventana crítica de apenas cuatro horas.
Detrás de la cifra hay un trabajo que rara vez se ve. Equipos de procura y trasplante —médicos, enfermeras, especialistas y coordinadores de distintas regiones— acompañaron cada etapa con rigor técnico y un cuidado humano que honra la voluntad de la familia donante. En este último operativo del año, la medicina de alta complejidad se encontró con una decisión profundamente ética.
Con este procedimiento, EsSalud cerró el 2025 con 468 trasplantes realizados, consolidándose como la institución que más intervenciones de este tipo efectúa en el país. La cifra, sin embargo, convive con una realidad incómoda: cerca de mil personas siguen esperando un órgano. La brecha entre la necesidad y la respuesta sigue siendo amplia.
Por ello, la donación de órganos no es solo un acto médico, sino una política de vida. EsSalud viene reforzando campañas de concientización junto a la Reniec para que más ciudadanos tomen una decisión informada al momento de tramitar su DNI. Decir sí puede significar, literalmente, salvar a alguien que no conocemos.
El año se cierra así con un mensaje claro y sobrio: en un país atravesado por crisis recurrentes, aún existen gestos capaces de cambiar destinos. Cinco personas iniciarán el 2026 con una segunda oportunidad. Ese es el legado de una familia que decidió convertir el dolor en esperanza.