En la madrugada del lunes 24 de marzo, la Policía Nacional del Perú (PNP) detuvo a tres personas relacionadas con el ataque armado que acabó con la vida del cantante Paul Flores, conocido como “Russo”, miembro de la orquesta Armonía 10. Los arrestados fueron identificados como Jorge Reyes Miranda, alias “Jorgito”; Constantino Carrión Robles, alias “Tino”; y Berli Santisteban Apaza, alias “Berli”. Según la PNP, estos sujetos viajaban en un vehículo negro, el mismo que habría seguido al bus de la orquesta durante el atentado en San Juan de Lurigancho.
En el operativo, la policía incautó una pistola Glock (presuntamente usada en el ataque), 63 municiones, tres celulares y drogas de dos tipos. Los tres detenidos fueron trasladados a la Dirincri tras ser examinados médicamente para continuar la investigación. Si bien el autor material del crimen no ha sido identificado, estas capturas representan un avance significativo en el caso.
El ataque a Armonía 10, precedido de amenazas de extorsión, ha conmocionado al mundo musical. Las cámaras de seguridad revelan que el bus de la orquesta fue seguido por un auto con lunas polarizadas y una moto. Tras el asesinato, Walter Lozada Silupu, director de la orquesta, recibió un mensaje extorsivo que intensifica la preocupación por la seguridad de los músicos.
La muerte de Paul Flores ha resaltado el creciente problema de extorsión y violencia en el mundo de la música. Los artistas, temerosos por su seguridad, han exigido un cambio en las condiciones. Ante esta situación, la presidenta Dina Boluarte expresó su preocupación y sugirió la posibilidad de aplicar la pena de muerte para sicarios y extorsionadores. La comunidad musical, bajo el lema #NoQueremosMorir, ha levantado su voz, exigiendo un entorno seguro para los artistas y su público, y rechazando la violencia que está marcando sus vidas.