A los 53 años, Patricia Del Valle enfrenta un diagnóstico de cáncer de mama con una serenidad que sorprende. En mayo pasado fue sometida a una cirugía en el Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins y desde entonces sigue un tratamiento de quimioterapia que, según cuenta, le ha permitido mantener el ánimo y la confianza. “Ya terminé la cuarta quimioterapia y me siento bien, realmente muy bien atendida”, dice.
El suyo es uno de los 886 nuevos casos de cáncer de mama atendidos en el Rebagliati durante 2024, un aumento del 18 % respecto al año anterior. De ellos, casi una quinta parte corresponde a mujeres menores de 50 años, lo que refuerza la necesidad de promover el diagnóstico precoz y las campañas de prevención.
El oncólogo médico Edgardo Salinas, parte del equipo tratante, explica que el cáncer de mama detectado a tiempo ofrece una expectativa de sobrevida de entre 80 % y 85 % a cinco años, siempre que las pacientes mantengan sus controles y terapias. “Asumió su enfermedad con valentía y compromiso. Casos como el suyo reafirman la importancia del diagnóstico temprano y del acompañamiento constante”, comenta.
El hospital trabaja de manera coordinada entre las áreas de cirugía oncológica, oncología médica, radioterapia y apoyo psicológico, en un modelo que busca atender tanto los aspectos clínicos como emocionales del paciente.
Patricia continúa su tratamiento con optimismo. “Siento que estoy bien encaminada y acompañada”, afirma. Su historia resume la importancia de la detección temprana, la continuidad del tratamiento y la empatía en el cuidado de la salud.