La Fiscalía contra la Criminalidad Organizada ejecutó un megaoperativo para detener a 24 presuntos integrantes de la organización criminal “Los Occidentales”, vinculada al Tren de Aragua. La red, integrada por ciudadanos peruanos y venezolanos, operaba con extrema violencia en Lima Norte, atacando a propietarios, conductores y cobradores de empresas de transporte.
El operativo, liderado por la Cuarta Fiscalía Supraprovincial Corporativa Especializada contra la Criminalidad Organizada (Equipo 2), incluyó el allanamiento de 30 inmuebles en Lima, Arequipa, Tumbes y una celda en el penal de Huacho, con fines de incautación de material clave para la investigación.
Extorsiones y amenazas contra empresas de transporte
De acuerdo con las pesquisas fiscales, la organización se infiltraba en grupos de WhatsApp de las empresas de transporte para exigir pagos diarios o semanales bajo amenazas de muerte. En caso de incumplimiento, los criminales ejecutaban atentados armados contra conductores, cobradores y unidades móviles.
La violencia de “Los Occidentales” habría dejado al menos cinco personas fallecidas. Las autoridades sospechan que este patrón de ataques busca replicar el modus operandi del Tren de Aragua, expandiendo su influencia en la capital peruana.
Lavado de activos y vínculos internacionales
La investigación reveló que la red contaba con un brazo especializado en lavado de activos, utilizando empresas ficticias, múltiples cuentas bancarias, transacciones digitales, criptomonedas y otros mecanismos financieros para ocultar el dinero ilícito.
Según la Fiscalía, parte de los fondos obtenidos por las extorsiones eran enviados a Venezuela y Colombia para luego retornar al Perú a través de empresas de fachada, cerrando un circuito financiero diseñado para blanquear grandes sumas.
Contexto de violencia y expansión del Tren de Aragua
El caso de “Los Occidentales” refleja la creciente infiltración del Tren de Aragua en el Perú, una megabanda criminal originaria de Venezuela que ha extendido sus operaciones hacia varios países de Sudamérica.
Las autoridades peruanas advierten que estas organizaciones transnacionales buscan controlar rutas de transporte, imponer cuotas de extorsión y diversificar sus operaciones ilícitas, como el tráfico de drogas, trata de personas y lavado de activos.