El 28 de junio, a tan solo un mes de la inauguración del nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, un joven peruano fue detenido por la Dirección Antidrogas de la Policía Nacional del Perú (Dirandro). El sospechoso intentaba embarcarse en un vuelo con destino a Madrid, España, llevando 12 kg de droga en su equipaje y adherida a su cuerpo. La intervención policial se dio tras detectar su comportamiento nervioso y desorientado, lo que llamó la atención de los agentes.
Durante la inspección, los efectivos de la Dirandro hallaron cinco paquetes de droga camuflados en el equipaje, así como más narcóticos ocultos mediante la modalidad conocida como “momia”, donde los paquetes se adhieren al cuerpo con vendajes y fajas. La sustancia encontrada fue identificada como una droga con sello de delfín, un marcador utilizado por laboratorios clandestinos peruanos. La prueba preliminar confirmó que se trataba de alcaloide con coloración azul turquesa, un indicio de su alta pureza.
Según las autoridades, la droga tendría un valor de medio millón de dólares en el mercado europeo, ya que en Madrid cada kilo podría alcanzar entre 34,000 y 35,000 dólares. Los detalles del caso sugieren que el narcótico proviene de zonas productoras en Perú, donde aún operan mafias pese a los esfuerzos para destruir los laboratorios clandestinos.
La captura del burrier resalta la vigilancia intensiva del nuevo terminal aéreo, donde las autoridades han intensificado los controles para detectar este tipo de delitos. La Dirandro continúa investigando las rutas y contactos del detenido, mientras refuerza su lucha contra el narcotráfico que sigue utilizando aeropuertos internacionales para transportar sustancias ilícitas hacia Europa.