Aumentan casos de ansiedad, depresión y estrés por inseguridad ciudadana

El alto grado de inseguridad ciudadana en el que vivimos está generando el incremento de la hormona del cortisol o del estrés negativo, que hace que tengamos mala calidad de sueño, mayores estados de ansiedad, irritabilidad, pérdida de confianza en el entorno ante la posibilidad de convertirnos en las nuevas víctimas.
En lo que va del año ya se han reportado más de un millón de casos relacionados con trastornos de salud mental y problemas psicosociales.

El Instituto Guestalt de Lima (IGL) alerta que debido al aumento de casos de ansiedad, depresión, estrés y violencia que afectan a la población peruana se debería declarar en emergencia la salud mental e iniciar una gran cruzada preventiva de diagnóstico y atención oportuna.

Así lo dio a conocer el psicólogo, psicoterapeuta y director del IGL, Manuel Saravia Oliver, al revisar las cifras preocupantes de incremento que indican que las atenciones de salud mental subieron casi 400% entre 2009 (419,703 casos) y 2022 (1′631,940 mil casos).

“Llegamos nuevamente a nuestro Día Mundial de la Salud Mental sin muchos motivos para celebrar: En lo que va del año ya se han reportado un millón de casos relacionados con trastornos de salud mental y problemas psicosociales en los establecimientos de salud del país”, dijo.

Según la Organización Mundial de la Salud, el Perú tiene en promedio tres psiquiatras y diez psicólogos por cada 100 mil habitantes.

Preocupante realidad

Saravia explicó que cada vez es más frecuente ver en consultas a personas en estado de alerta permanente por la sensación de vulnerabilidad a la que se sienten expuestas. Los noticieros nos muestran a toda hora robos o agresiones que tienen como protagonistas a personas que fueron golpeadas para robarles un celular o que fueron asaltados en restaurantes o mientras se desplazaban a sus centros de labores.

El alto grado de inseguridad ciudadana en el que vivimos está generando el incremento de la hormona del cortisol o del estrés negativo, que hace que tengamos mala calidad de sueño, mayores estados de ansiedad, irritabilidad, pérdida de confianza en el entorno ante la posibilidad de convertirnos en las nuevas víctimas.

Adicionalmente -pidió- no olvidar que la pandemia del covid-19 ha dejado una huella profunda en la salud mental de la población. El confinamiento, la incertidumbre y las dificultades socioeconómicas han sido algunos de los desencadenantes también de esta crisis de salud mental.

“Hoy más que nunca necesitamos hacer una campaña nacional para contener el aumento de casos. Lamentablemente como sociedad hemos normalizado y aceptado las situaciones de delincuencia, violencia en el hogar y maltrato en sus diferentes formas”, enfatizó Saravia.

“La población necesita hoy más que nunca acciones concretas, medibles y observables para bajar la ansiedad de la población. El discurso político debe traducirse hoy más que nunca en más psicólogos en las escuelas, en los centros de salud, en los municipios con programas comunitarios”, precisó.

El especialista exhortó a no tenerle miedo a buscar ayuda especializada y normalizar las evaluaciones psicológicas como ir a nuestro chequeo anual o ir al odontólogo o ginecólogo de manera preventiva, dentro de las evaluaciones anuales.

“Hay que tener presente que los espacios de riesgo no solamente están en las calles en las noches, sino también ocurren en las escuelas, en las que ya existen más de 7,000 casos de violencia escolar, o en el hogar, donde ya se reportan más de 100,000 casos de violencia contra la mujer”.