Luego de un prolongado cierre de más de seis años para las obras del Metro, la ATU decidió reabrir tres carriles del tramo de Nicolás Ayllón comprendido entre Manuel Echeandía y Geranios. Las labores iniciarán en la noche del lunes y estarán culminadas hacia la madrugada del martes. Esta liberación permitirá restablecer el tránsito en ambos sentidos para vehículos privados, mientras el transporte público seguirá operando por rutas alternas.
Este paso es posible gracias al avance casi completado de la estación Circunvalación (E‑18), que ya registra un progreso subterráneo cercano al 94 %. Con ello, la intervención vial sobre superficie puede comenzar sin afectar el ritmo de las obras subterráneas.
¿Cómo impactará esta reapertura en la movilidad urbana?
Con la habilitación de estos carriles, se espera aliviar la congestión entre los distritos de San Luis y El Agustino, facilitando el tránsito de miles de vecinos que diariamente se movilizan hacia el Terminal de Yerbateros y sus alrededores. Aunque el transporte público aún no retornará al tramo, el restablecimiento del circuito vial para uso privado representa un paso relevante en la recuperación del sistema urbano.
Para evitar conflictos viales, se mantendrán rutas de desvío por las avenidas Nicolás Arriola y Circunvalación, al menos hasta que los siguientes tramos sean liberados. La ATU coordina apoyo policial, señalización y estrategias de monitoreo para asegurar el orden.
Segunda fase: liberación de cinco cuadras adicionales
En los siguientes días, se habilitará un nuevo tramo de cinco cuadras entre Circunvalación y Manuel Echeandía. En esta etapa se abrirán tres carriles hacia el centro de Lima y dos hacia Ate, mientras uno de estos últimos permanecerá cerrado temporalmente por ajustes operativos. La estrategia busca restituir progresivamente el flujo vial e incorporar rutas de transporte público conforme avance la obra mayor del Metro.
Integración entre superficie y funcionamiento subterráneo del Metro
Mientras se ejecuta la reapertura de la avenida, los trabajos subterráneos de la estación Circunvalación continúan en paralelo. El objetivo es coordinar ambas dimensiones del proyecto: proteger la estabilidad de la obra del Metro y habilitar gradualmente la vía sobre superficie. En esa línea, la integración entre la infraestructura vial renovada y el sistema ferroviario reforzará la movilidad entre Lima Este y el centro urbano.
Transformación urbana y beneficios sociales
Más allá del alivio vial, la reapertura motivará una revitalización de la zona: reactivará el comercio local, mitigará los efectos de rutas alternativas saturadas y favorecerá una mejor calidad de vida para peatones y conductores. Al restablecer accesos clave, se consolida un modelo de movilidad urbana más sólido, donde las vías y el sistema de transporte masivo funcionan como complemento, no en competencia.