Un trágico incidente ocurrió en La Unión, donde cinco menores de entre 12 y 16 años fueron víctimas de un ataque con arma de fuego. El suceso se desarrolló un sábado por la tarde, cuando los jóvenes, que regresaban de un paseo, ingresaron accidentalmente a un predio privado, el fundo Miragarzón. Tras ser advertidos por un hombre, intentaron retirarse, pero otro individuo los acusó de robo, lo que derivó en un tiroteo a quemarropa desde el interior del lugar.
La violencia desmesurada refleja una alarmante falta de control y una grave vulneración de los derechos de los menores. De los cinco jóvenes, uno se encuentra en estado crítico en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), lo que pone de manifiesto la seriedad del ataque. Los menores no tenían intenciones delictivas, solo buscaban disfrutar de un momento recreativo en el canal cercano, lo que resalta el abuso de poder de los agresores.
La respuesta del sistema de salud local fue insuficiente, siendo el centro de salud de La Unión incapaz de atender a la cantidad de heridos. Solo pudo manejar a algunos de ellos, lo que llevó a que tres jóvenes fueran derivados a otros hospitales. Esta situación evidencia la falta de recursos para emergencias, complicando aún más las consecuencias de este violento suceso.
Familiares de los afectados han manifestado su indignación ante las acusaciones infundadas y exigen justicia por lo ocurrido. Su defensa de los jóvenes como víctimas destaca la creciente preocupación por la violencia contra menores en la comunidad. Este ataque no solo representa una agresión física, sino que también pone de manifiesto el impacto emocional y psicológico que enfrentarán los jóvenes, así como la necesidad urgente de una respuesta efectiva por parte de las autoridades para prevenir futuros incidentes.