Un sismo de magnitud 7,5 remeció la noche del jueves 21 de agosto el Pasaje de Drake, un estrecho marítimo entre el extremo sur de Chile y la Antártida, según reportó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
El movimiento telúrico se registró exactamente a las 10:16 p. m. (hora de Chile), con epicentro localizado a 258 kilómetros al noroeste de la Base Frei, y a una profundidad de 10,8 kilómetros, una característica que incrementa su percepción superficial.
¿Cómo reaccionaron las autoridades?
Poco después del evento sísmico, el Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile confirmó el movimiento telúrico, elevando incluso la magnitud a 7,6 en la escala de Richter.
En respuesta, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA) emitió una amenaza de tsunami menor para las bases ubicadas en la Antártida chilena, especialmente Prat y O’Higgins.
El Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) activó el protocolo de “estado de precaución”, recomendando evacuar zonas de riesgo costero:
“Abandonar playas, orillas rocosas, humedales, estuarios, desembocaduras de ríos, paseos costeros, caletas, muelles y puertos”, indicó el organismo en su alerta oficial.
¿Se sintió en otras zonas?
Aunque el epicentro se situó entre la Antártida y el Cabo de Hornos, hasta el momento no se reportan daños materiales ni personales en el territorio continental chileno.
El sismo no fue percibido en la zona central del país, como Santiago, pero generó preocupación en regiones australes y reactivó los sistemas de monitoreo sísmico y oceánico.
¿Existe peligro de tsunami en el continente?
Las autoridades han sido claras: la amenaza de tsunami está limitada al territorio antártico. Las costas de Chile continental, Argentina o el sur del Pacífico no presentan riesgo inminente, pero permanecen bajo vigilancia constante por parte del SHOA y el Pacific Tsunami Warning Center.
¿Cómo se está respondiendo?
El Gobierno chileno desplegó un plan de monitoreo a través de su red de estaciones sísmicas y oceanográficas. No se ha informado de evacuaciones continentales, pero las bases científicas en la Antártida activaron sus protocolos de seguridad.
¿Qué implica un “estado de precaución”?
A diferencia de una alerta o alarma de tsunami, el estado de precaución implica un riesgo potencial de oleaje anómalo, con posibilidad de corrientes peligrosas o fluctuaciones repentinas del nivel del mar.
El objetivo es prevenir riesgos innecesarios en zonas de tránsito o recreación cercanas al agua.
¿Por qué son frecuentes estos sismos?
Chile se encuentra en el denominado Cinturón de Fuego del Pacífico, una de las zonas con mayor actividad sísmica del mundo. El Pasaje de Drake es un área particularmente activa, donde convergen varias placas tectónicas, incluyendo la de Nazca, Sudamericana y la Antártica.
En los últimos años, los sismos en esta región han sido monitoreados con especial atención debido al potencial de generar tsunamis, especialmente en zonas como la base Frei o la base O’Higgins, donde se desarrollan proyectos científicos y logísticos de larga duración.
¿Qué sigue ahora?
Las autoridades mantienen vigilancia constante del mar y monitoreo de réplicas. Se espera que en las próximas horas se determine con mayor claridad si el sismo tuvo efectos en la estabilidad submarina o en infraestructuras cercanas.