BRUSELAS, 12 Jul. (EUROPA PRESS) –
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha reiterado al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que Bruselas sigue dispuesta a negociar un acuerdo comercial justo en respuesta al anuncio formulado por el mandatario norteamericano, en el que amenaza con la imposición de aranceles del 30 por ciento a las importaciones de la UE a partir del 1 de agosto, aunque se reserva la adopción de medidas de represalia “si lo ve necesario”.
Von der Leyen, tras “tomar nota” de la carta de Trump, avisa de que la imposición de este gravamen “interrumpiría las cadenas de suministro transatlánticas esenciales, en detrimento de empresas, consumidores y pacientes a ambos lados del Atlántico”.
Según han informado fuentes comunitarias, el Ejecutivo de Von der Leyen fue informado de los nuevos aranceles “con anterioridad” de que la carta –fechada el 11 de julio– se hiciera pública este sábado.
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En su respuesta, la presidenta de la Comisión Europea ha aprovechado “pocas economías en el mundo igualan el nivel de apertura y adhesión a prácticas comerciales justas de la Unión Europea”, que “ha priorizado sistemáticamente una solución negociada con EEUU”, lo que refleja “un compromiso con el diálogo, la estabilidad y una asociación transatlántica constructiva”.
Von der Leyen insiste en que Bruselas sigue dispuesta “a seguir trabajando para alcanzar un acuerdo antes del 1 de agosto” pero avisa de que también “tomará todas las medidas necesarias para salvaguardar” sus intereses, “incluida la adopción de contramedidas proporcionadas si es necesario”.
“Mientras tanto, seguimos profundizando nuestras alianzas globales, firmemente arraigadas en los principios del comercio internacional basado en normas”, ha zanjado Von der Leyen.
El presidente del Consejo Europeo, António Costa, ha lamentado que “los aranceles son impuestos” que “mpulsan la inflación, generan incertidumbre y obstaculizan el crecimiento económico”, antes de asegurar que la UE “se mantiene firme, unida y dispuesta” a proteger sus intereses, “con pleno apoyo a la presidenta Von der Leyen y a la Comisión para alcanzar un acuerdo justo con EEUU”.
Líderes europeos como el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, también están reaccionando a título individual. “La apertura económica y el comercio crean prosperidad. Los aranceles injustificados la destruyen”, ha escrito Sánchez en su cuenta de X
El primer ministro de Suecia, Ulf Kirstersson, también ha lamentado el anuncio de Trump y criticado, tras prometer “medidas contundentes” de la UE en el peor de los casos, que “todos pierden en una escalada del conflicto comercial, y los consumidores estadounidenses pagarán el precio más alto”.
CONTRAMEDIDAS EN SUSPENSO
La Unión Europea mantiene en suspenso un primer paquete de contramedidas sobre un volumen de 21.000 millones de euros en compras a Estados Unidos. Esta primera ronda de represalias a los primeros aranceles de Trump quedaron congeladas en abril por 90 días para “dar espacio a la negociación” con Washington, pero se reactivarán en la medianoche del lunes al martes si la UE no acuerda sobre la marcha una nueva prórroga.
El Ejecutivo comunitario, que habla en nombre de los 27 en política comercial, ultima un segundo paquete de contramedidas sobre cerca de 100.000 millones de euros de importaciones estadounidenses y, según fuentes europeas, podrían ponerse en marcha “muy rápido” si así lo decide la UE.
Entretanto, los ministros de Comercio de la UE se reunirán este lunes en Bruselas en una reunión extraordinaria para examinar las tensiones arancelarias con Estados Unidos y calibrar la respuesta, así como para abordar la necesidad de profundizar las relaciones comerciales con otros socios internacionales “fiables”.
Aunque esta reunión del lunes ya estaba prevista, fuentes europeas han indicado a Europa Press que este mismo domingo serán convocados los 27 a una reunión a nivel de embajadores (Coreper) para ser informados por la Comisión Europea sobre estos últimos acontecimientos.
En la batalla comercial lanzada tras su llegada a la Casa Blanca, Trump activó aranceles del 50% sobre el acero y el aluminio europeo, de otro 25% sobre las importaciones europeas de vehículos y piezas y anunció otro 20% masivo sobre la mayoría de producciones restantes procedentes de la UE.
Con la tregua anunciada hasta el 9 de julio para dar margen a la negociación, el presidente norteamericano mantuvo en realidad los gravámenes sobre acero, aluminio y coches, si bien redujo temporalmente del 20 al 10% los otros aranceles, a los que Estados Unidos se refiere como “recíprocos” aunque no lo sean.