La megacárcel de Nayib Bukele por dentro, visitada por la agencia AFP, seis meses después de inaugurada

Las opiniones de los internos se dividen entre quienes dicen que reciben todo a tiempo y quienes alegan carencias. Foto EDH / AFP

Considerada como la prisión “más grande de América”, un equipo de periodistas de la agencia de noticias AFP visitó la megacárcel de Tecoluca, seis meses después de haber sido construido bajo el régimen del presidente de El Salvador, Nayib Bukele.

Con una capacidad para albergar a 40,000 presidiarios, la prisión de máxima seguridad, comenzó a recibir a sus primeros internos a partir del 24 de febrero de este año. Hace seis meses. A la fecha, alberga a más de 12 mil internos capturados en los operativos de las fuerzas del orden contra las pandillas de las maras.

El pasado lunes 21, un equipo de la AFP junto al comisionado de Derechos Humanos de El Salvador, el colombiano Andrés Guzmán, y la procuradora de Derechos Humanos, Raquel Caballero, visitaron la megacárcel, ubicada en San Vicente, 74 km al sureste de San Salvador.

Luego que el mandatario Bukele solicitó al Congreso, en marzo de 2022, decretar régimen de excepción, como respuesta a una escalada de crímenes que dejó como saldo 87 personas fallecidas en menos de 72 horas, se ordenó la construcción del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) de máxima seguridad.

Para construir la prisión, el Gobierno de Bukele compró 166 hectáreas, de las cuales 23 fueron utilizadas para levantar ocho pabellones que se encuentran dentro de un perímetro rodeado por un muro de concreto de 11 metros de altura y 2.1 kilómetros de extensión, protegido por alambradas electrificadas. Expertos señalan que dicho muro puede soportar la explosión de un coche bomba.

Cada celda, mide 100 metros cuadrados donde se alberga entre 60 a 75 reclusos. Cuentan con dos inodoros y dos piletas con agua corriente para el aseo, así como dos recipientes con agua para beber.

Los pabellones del Cecot tienen un techo curvo que garantiza la ventilación natural para los presos. Asimismo, tiene tragaluces para filtrar los rayos del sol hacia un patio que separa las celdas. También hay “celdas de castigo” oscuras, sin ventanas, para sancionar a reos de mala conducta. Hay salas para audiencias judiciales virtuales para que los presos no tengan que salir de la prisión. Tampoco pueden recibir la visita de los familiares.

Los pabellones del penal cuentan con comedores, salas de descanso, gimnasio y mesas de ping pong, pero solo para uso de los guardias.

La procuradora de Derechos Humanos, Raquel Caballero, tras conversar con internos de diferentes celdas, señaló que los reclusos se quejaron de que falta comida. “Se quejan que la comida no es suficiente” y “que están en ocio, no hacen nada porque pasan encerrados”, comentó Caballero a la AFP.

La procuradora aseguró también que la prisión cuenta con un equipo médico de 50 personas entre enfermeras y médicos. Mientras que un médico declaró que “a diario” se toman muestras de agua que son enviadas a laboratorio para garantizar su calidad.

Por su parte, el comisionado Guzmán, durante la visita al penal, preguntó a los internos sobre su situación en las celdas y la mayoría indicó que el agua “no falta”, pero pidieron escobas y detergente para el aseo.

Sin embargo, las opiniones de los presos son divididas, unos dicen que reciben a tiempo crema dental, cepillos y jabón, mientras otros reclaman medicamentos para quienes padecen enfermedades terminales. “Hay mucho, mucho, mucho más trabajo que hacer desde el punto de vista de derechos humanos por ellos, pero lo estamos haciendo bien”, dijo el comisionado Guzmán. Sostuvo que los presos “están en condiciones dignas”.

Organismos humanitarios han cuestionado el trato que reciben los presuntos pandilleros en el Cecot.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) denunció que entre las decenas de miles de detenidos hay al menos 1,600 menores recluidos.

Según organizaciones como Human Rights Watch, esta obra viola las reglas Mandela de Naciones Unidas, que mandan tratar a los reclusos con dignidad y no someterlos a tratos crueles, inhumanos o degradantes. Por otro lado, especialistas en derechos humanos critican que el gobierno promueva como un “gran logro” la megacárcel.


Con información de la agencia de noticias AFP.