MADRID, 11 Ago. (EUROPA PRESS) –
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha afirmado este jueves que el asesinato del candidato a la Presidencia de Ecuador Fernando Villavicencio “representa una grave amenaza a la democracia.
Guterres ha “condenado enérgicamente” la muerte de Villavicencio, indicando que “ataques de esta naturaleza representan una grave amenaza a la democracia, y los responsables deben ser llevados ante la justicia”, reza un comunicado del portavoz adjunto del secretario general, Farhan Haq.
Mientras que ha expresado su solidaridad con el Gobierno, el pueblo de Ecuador y la familia del fallecido, ha denunciado el deterioro de la seguridad en el país latinoamericano, así como el impacto del crimen organizado y la “necesidad” de intensificar los esfuerzos tanto nacionales como internacionales para combatirlo.
“Naciones Unidas continuará apoyando a las autoridades ecuatorianas a abordar la violencia con pleno respeto a los principios y estándares internacionales en materia de Derechos Humanos”, ha remarcado Haq.
También se ha pronunciado el jefe de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, que ha reclamado una investigación “transparente, exhaustiva e independiente” para esclarecer el asesinato y ha señalado que este “estremecedor” ataque evidencia que la violencia es una “seria amenaza” para el proceso electoral abierto en el país sudamericano, llamado a las urnas este 20 de agosto.
“Tomo nota de que se ha abierto una investigación”, ha señalado Turk, en un comunicado en el que ha llamado a las autoridades ecuatorianas a trabajar para que los responsables del ataque rindan cuentas y la población pueda expresar en las urnas su “voluntad democrática”.
Horas antes, el Sistema de Naciones Unidas en Ecuador había condenado el atentado, haciendo un llamamiento “para investigar este crimen para que no quede en la impunidad”. También ha pedido “redoblar los esfuerzos para detener la ola de violencia que lamentablemente afecta a todos los habitantes del país”.
Villavicencio, que ha muerto tras recibir varios disparos en la cabeza después de un mitin electoral en Quito, había denunciado amenazas de muerte tan solo una semana antes de su asesinato.