MADRID, 28 Mar. (EUROPA PRESS) –
El presidente de Líbano, Joseph Aoun, ha denunciado que el bombardeo ejecutado este viernes contra un edificio en la capital del país, Beirut, es una violación del alto el fuego, en vigor desde el 27 de noviembre de 2024, después del primer ataque israelí desde el acuerdo contra la ciudad, lanzado horas después del disparo de dos proyectiles desde territorio libanés contra el norte del país.
Aoun, quien ha mantenido una reunión con su homólogo francés, Emmanuel Macron, en el marco de una visita oficial a Francia, ha indicado que “los ataques israelíes contra los suburbios del sur (de Beirut) y las amenazas son una continuación de las violaciones israelíes del acuerdo (de alto el fuego), mediado por Francia y Estados Unidos”.
“La comunidad internacional debe poner fin a estos ataques y forzar a Israel a ceñirse al acuerdo, igual que Líbano está comprometido con el mismo”, ha zanjado, según un mensaje publicado por la Presidencia libanesa en su cuenta en la red social X, poco después de afirmar que estaba siguiendo “minuto a minuto” el repunte de las tensiones durante las últimas horas.
Posteriormente, ha condenado “muy firmemente” los ataques israelíes y “cualquier intento detestable de arrastrar a Líbano a una espiral de violencia” durante una rueda de prensa junto a Macron, en la que ha hecho un llamamiento “a todos los socios, de París a Washington”, para que “actúen rápido para poner fin a la degradación de la situación y ayudar a Líbano a aplicar todas las resoluciones internacionales relativas a sus fronteras y su territorio”.
“Si Estados Unidos y Francia no pueden dar garantías, ¿quién puede hacerlo?”, se ha preguntado Aoun, quien ha subrayado que “hay un acuerdo de alto el fuego y se supone que cuando hay un pacto entre dos partes, las dos partes respetan el acuerdo y respetan lo firmado”.
Asimismo, Aoun ha hecho hincapié en que “todo indica” a que “no ha sido Hezbolá” el grupo responsable del lanzamiento de proyectiles de esta mañana. “Todo indica a que no ha sido Hezbolá y a que Hezbolá no es responsable”, ha subrayado, después de que el propio grupo se desvinculara de lo sucedido.
El presidente libanés ha incidido sin embargo en que “no hay comparación posible entre las violaciones israelíes y las violaciones libanesas” y ha reseñado que “incluso en Gaza, a pesar de todos los medios y la potencia del Ejército israelí, que controla la tierra, el aire y los subterráneos, sigue siendo incapaz de impedir el lanzamiento de proyectiles”.
“Si lo comparamos con los medios del Ejército libanés y la superficie que debe cubrir, existe el riesgo de que haya violaciones, pero no podemos aceptar que Israel actúe al margen de los intereses de Líbano”, ha manifestado, antes de reiterar que “no se puede aceptar tampoco que nadie use Líbano como una base para sus propios intereses”.
Las palabras de Aoun llegan después de que Israel haya atacado con drones un edificio en el barrio de Hadaz argumentando que el objetivo era “una infraestructura” dedicada al “almacenamiento de drones usados por la unidad aérea de la organización terrorista Hezbolá”. Así, ha recalcado que el lanzamiento de proyectiles de esta mañana supone “una violación flagrante de los acuerdos entre Israel y Líbano y una amenaza directa a los ciudadanos del Estado de Israel”.
Poco antes, el Ejército israelí había confirmado bombardeos contra “objetivos de Hezbolá” en el sur de Líbano en respuesta al disparo de los proyectiles, si bien el grupo se desvinculó de los disparos y recalcó que “está comprometido con el alto el fuego”, en vigor desde el 27 de noviembre. Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, aseguró que “si no hay paz en Kiryat Shmona y en las comunidades de Galilea, no habrá tampoco paz en Beirut”.
Las partes llegaron a un acuerdo de alto el fuego por el que además tanto Israel como Hezbolá debían retirar sus efectivos del sur de Líbano. Sin embargo, el Ejército israelí no se ha retirado por completo y ha mantenido cinco puestos en territorio de su país vecino. Además, el Ejército de Israel ha ejecutado diversos bombardeos durante las semanas posteriores al alto el fuego argumentando que actúa contra actividades de Hezbolá y que, por ello, no viola el alto el fuego, si bien tanto Beirut como el grupo se han mostrado críticos con estas acciones.