MADRID 19 Jun. (EUROPA PRESS) –
El Ejército israelí ha asegurado este jueves haber matado a dos “comandantes” del partido-milicia chií libanés Hezbolá en sendos ataques perpetrados en las últimas horas en el sur de Líbano, a pesar del alto el fuego pactado en noviembre de 2024.
Así, ha señalado que una de las víctimas del ataque en Barish es Yasín Abdelmonem Ezaldín, a quien ha descrito como un “comandante de artillería del sector Litani de la organización terrorista Hezbolá” responsable de “abrir numerosas líneas de fuego contra el norte del país durante la guerra” e “intentar rehabilitar las fuerzas de artillería de Hezbolá”.
Por otra parte, el Ejército israelí ha publicado un segundo comunicado en el que ha anunciado la muerte de Muhamad Ahmed Jaris, “comandante de la unidad anticarro de Hezbolá en Sheba, Nabatiye”. “Durante la guerra, este terrorista promovió planes de ataque contra el Estado de Israel”, ha señalado.
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“Además, el terrorista siguió promoviendo planes terroristas en el sur de Líbano, en violación de los entendimientos entre Israel y Líbano”, ha argumentado, en referencia al alto el fuego, al tiempo que ha esgrimido que las fuerzas israelíes “siguen supervisando y desarticulando los intentos de Hezbolá de mantener preparativos para dañar a Israel bajo los auspicios de operaciones con Irán”.
Por su parte, el Ministerio de Sanidad libanés ha señalado durante la jornada que dos personas han muerto en un bombardeo perpetrado por un dron en Kfar Juz, cerca de Nabatiye, sin más detalles sobre este suceso, tal y como ha indicado en un comunicado publicado en su cuenta en la red social Facebook.
Israel justifica estos ataques argumentando que actúa contra actividades de Hezbolá y que, por ello, no viola el alto el fuego pactado en noviembre, si bien tanto Beirut como el grupo se han mostrado críticos con estas acciones, igualmente condenadas por Naciones Unidas.
El pacto, alcanzado tras meses de combates al hilo de los ataques del 7 de octubre de 2023, contemplaba que tanto Israel como Hezbolá debían retirar sus efectivos del sur de Líbano. Sin embargo, el Ejército israelí ha mantenido cinco puestos en el territorio de su país vecino, algo también criticado por las autoridades libaneses y el grupo chií, que exigen el fin de este despliegue.