Dos museos, cuatro salas y un solo gesto ambicioso: reconstruir la ruta creativa, política y comunitaria de Francesco Mariotti y María Luy a lo largo de sesenta años. Desde el 29 de noviembre, el MALI y el MAC Lima presentan El pensamiento es un jardín híbrido. El archivo Mariotti – Luy (1964–2024), una muestra que activa uno de los archivos más singulares del arte peruano contemporáneo: correspondencia, bocetos, fotografías, películas, publicaciones y más de 200 piezas que revelan un modo de pensar donde lo tecnológico nunca cancela lo natural, y lo colectivo siempre desplaza al individuo.
La exposición —curada por Miguel A. López y José-Carlos Mariátegui— toma como eje la noción de “híbrido” que atraviesa la obra de Mariotti: una convivencia entre sistemas que, en principio, no deberían mezclarse pero que, bajo su mirada, se vuelven fértiles. Naturaleza y circuitos electrónicos, comunidad y experimentación científica, memoria y programación. A la luz del presente —reconfigurado por la inteligencia artificial—, ese cruce adquiere nuevas capas de lectura.
El recorrido incluye obras históricas e inéditas en el Perú: desde las primeras incursiones de Mariotti en los años sesenta hasta sus tecnoesculturas luminosas, los emblemáticos Jardines híbridos y los Firefly Memorials. También revisita hitos colaborativos como el Festival Contacta y E.P.S. Huayco, donde arte, espacio público y participación ciudadana se entrelazaron antes de que la práctica comunitaria se volviera tendencia global.
El archivo es, además, un reconocimiento a la labor sostenida de María Luy: su rol en proyectos culturales y comunitarios, y sus 37 años al frente de la Librería El Cóndor en Suiza, un punto de encuentro para la literatura hispanoamericana lejos de casa.
El pensamiento es un jardín híbrido propone, más que una retrospectiva, un espacio para imaginar futuros posibles: vínculos más sensibles entre tecnología y territorio, prácticas artísticas que ensayan otras maneras de habitar el mundo, y la persistencia de una utopía que se escribe —y se cultiva— en colectivo.