MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) –
La exministra de Defensa y Exteriores de Ecuador María Fernanda Espinosa, activista política en favor de los derechos de las mujeres, llama a “romper la lógica” de que avanzar en igualdad de género perjudica de alguna forma a los hombres, ya que “si las mujeres ganan, la sociedad gana”.
Espinosa es ahora directora ejecutiva de GWL Voices, que aglutina a 70 mujeres con experiencia en cargos de responsabilidad política para tratar de dar la vuelta a lo que siguen siendo “sociedades patriarcales y machistas” y que se rompan, por “justicia demográfica”, los techos de cristales que siguen existiendo en organizaciones multilaterales.
Coincidiendo con la reciente publicación de una encuesta del CIS que refleja que más del 44 por ciento de los hombres creen que la promoción de la igualdad supone para ellos una merma de derechos, Espinosa niega en una entrevista a Europa Press que se pueda plantear el debate bajo el prisma de “ustedes ganan, nosotros perdemos”.
“No es que si tú tienes, yo pierdo. Es al revés. Si tú tienes, yo tengo y yo gano”, enfatiza, incidiendo en que los avances en igualdad son también relevantes desde el punto de vista económico, ya que incorporar completamente a las mujeres al mercado laboral y combatir la informalidad asociada a puestos como los de cuidado o limpieza puede hacer que se “dispare” el PIB.
GWL Voices reúne este lunes en Madrid a una treintena de mujeres líderes de todo el mundo para ahondar en este tipo de mensajes y recordar que la alternancia de género aún no ha llegado a algunos de los principales puestos de poder. La ONU nunca ha tenido una secretaria general, mientras que en la Asamblea General de la organización sólo ha habido cuatro presidentas a lo largo de la historia –Espinosa entre ellas–.
Espinosa asevera que cuando una mujer llega a este tipo de puestos las preguntas recurrentes son “qué es lo va a hacer de extraordinario” o “qué calificaciones tiene”. A un hombre, “nadie le pregunta si tiene las calificaciones, qué gran transformación planetaria va a hacer”, porque se ve su ascenso como algo “legítimo” e incluso “natural”.
“Nuestro diálogo no es que vaya a cambiar el mundo, pero nuestra intención es que ayude a entrar en profundidad en los temas”, confía la exministra, que reconoce que en su día llegó a dudar del sistema de cuotas porque entendía que las mujeres tenían “capacidad y méritos” para ascender por sí solas y ahora, en cambio, las considera “útiles”.
“Lamentablemente, necesitamos cuotas para todo. Por escrito, como parte de las leyes. Porque si no, no ocurre. Si no, no vamos a llegar nunca”, añade, recordando que en el caso de Ecuador, por ejemplo, en el tándem presidencial deben estar formado siempre por un hombre y una mujer, si bien el país sudamericano sólo ha tenido una jefa de Estado por ahora y durante un breve periodo de tiempo.
MARCHA ATRÁS EN IGUALDAD
Espinosa avisa de que el progreso hacia la igualdad de género no tiene por qué ser “predecible” o “sostenido”, hasta el punto de que puede haber pasos atrás. De hecho, siente que lo derechos de las mujeres se han convertido en estos últimos años en “una suerte de moneda de cambio y de foco de tensión para polarizaciones de corte político”.
Por eso, organizaciones como GWL Voices trabajan para que “las mujeres estén en el centro”, tanto en la toma de decisiones como en enfoques concretos a la hora de actuar por ejemplo en conflictos armados, explica.
GWL Voices, presidida por la exministra de Exteriores argentina Susana Malcorra, se siente “acogida” en España, de cuyo Gobierno ha recibido un gran “acompañamiento”. “Desde la mirada de las mujeres”, aspiran a utilizar la “voz, influencia y contactos” para plantear una reflexión crítica sobre la geopolítica actual y “generar cambios” tangibles, explica Espinosa.
Por parte española, la lista de miembros incluye los nombres de las antiguas ministras de Exteriores Ana Palacio y Arancha González Laya, y de la exsecretaria de Estado Cristina Gallach.
SITUACIÓN EN ECUADOR
Sobre la actual crisis de inseguridad en Ecuador, Espinosa, que formó parte de los equipos de Rafael Correa y de Lenín Moreno, prefiere no valorar el fondo del debate pero sí espera que el nuevo gobierno, “joven en todos los sentidos”, tome las decisiones “necesarias”.
Asimismo, señala que no se trata de un problema estrictamente de Ecuador, sino “regional”, por lo que reclama una “contundente respuesta” que trascienda fronteras para atajar el crimen organizado y el narcotráfico.
“Ninguna solución va a ser efectiva si no tiene un enfoque regional”, ahonda, ampliando el foco para apuntar a países donde se produce y se trafica con la droga pero también donde se consume.