MADRID 30 Jun. (EUROPA PRESS) –
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha asegurado este domingo haber nombrado “sin ningún cálculo político” al exministro de Exteriores Álvaro Leyva, después de unas informaciones publicadas por el diario ‘El País’ que apuntan a que supuestamente habría intentado deponerlo con ayuda de Estados Unidos a través de una serie de contactos con asesores cercanos de la Administración de Donald Trump.
“Durante meses he sido víctima de la injuria del señor Leyva”, ha denunciado el mandatario en una publicación en X en la que ha querido “simplemente responder a lo que consideraba un acto de venganza bárbaro, canalla, de alguien que simplemente había ayudado de corazón”. “Le di el puesto de canciller a Leyva porque pensé, sin ningún cálculo político, que se lo merecía al final de su vida”, ha subrayado.
Petro ha respondido así a las informaciones de ‘El País’ relativas a unos audios obtenidos por este medio y fuentes cercanas a congresistas republicanos, según los cuales Leyva intentó acercarse al secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, con la intención de que ayudara a desatar una “presión internacional” que desembocara en la salida del poder del presidente colombiano.
Leyva, inhabilitado durante diez años desde noviembre de 2024 por un caso de corrupción vinculado a la licitación para la emisión de pasaportes, publicó en abril una carta en la que achacaba a Petro un “problema de drogadicción” que, aseguró, comparte su jefe de gabinete y titular del Interior, Armando Benedetti, a quien tachó de “enfermo”. El exministro también acusó a su sucesora, la ministra de Exteriores, Laura Sarabia, de satisfacerle al mandatario “algunas necesidades personales”.
Petro, por su parte, ha calificado las acusaciones de Leyva como “suposiciones de chisme de corredor” y ha expresado su malestar con la presencia del hijo del exministro en múltiples eventos internacionales, en los que lo ha descrito como “un ‘lobbista’ de negocios aprovechando el cargo público de su padre”.
“El caso Leyva me hace pensar que la conducta de lo que llamo oligarquía, a la que indudablemente pertenece Leyva, es la doble moral”, ha señalado Petro, quien ha argumentado que esta “oligarquía” considera “el Estado como (algo) hereditario, con derecho a negocios con el erario”.
“Es incapaz de establecer relaciones basadas en el respeto a la otra persona y a los argumentos. Es una ingenuidad pensar que lo haría. Desde hace dos siglos, la traición, el asesinato, la mentira, son sus normas. El acuerdo nacional se vuelve fantasmagoría y discurso. Traicionan, aunque siempre hay que insistir en el acuerdo y la paz”, ha sostenido.
Así, ha recalcado que “Colombia es bella pero también hay mucha oscuridad en su historia”. “Esconden presidentes que han sido indígenas o negros, han asesinado todo lo que les contradiga el poder. Han embrutecido, acabando la educación pública, a enormes sectores de la población, a la que empobrecen con sus negocios”, ha denunciado Petro.
El mandatario colombiano ha reconocido que “pensó engañado” en que Leyva “tenía una genuina vocación de paz”, antes de reseñar que “se comprometió durante décadas al proceso (de paz) con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)”. “Pensé que había sido perseguido por ello. Hoy, conociéndolo personalmente, creo que también buscaba otras cosas con la paz, menos santas”, ha esgrimido.
En este sentido, se ha mostrado “convencido” de que “el proceso de licitación de los pasaportes en la Cancillería estaba impregnado de corrupción desde sus inicios”. “En Consejo de le di la orden de no continuarlo porque el pliego de condiciones ya determinaba al ganador. Lo dejó avanzar demasiado, contrario a mi indicación, y cuando lo suspendió, cometió irregularidades que le costaron su vida pública”, ha criticado.
“La prensa habla de la presencia de su hijo en un hotel en el exterior, hablando de este tema. Me disgustaba que en mis giras a eventos oficiales internacionales, siempre llegara su hijo a las comidas que hacía mi delegación. Eso no lo contó en sus cartas”, ha relatado Petro, quien ha achacado los “comportamientos extraños” de los que le acusa Leyva a una “adicción por la libertad”.