MADRID, 24 Abr. (EUROPA PRESS) –
El portavoz del Gobierno de Argentina, Manuel Adorni, ha asegurado este miércoles que en los planes del presidente Javier Milei no entra en ningún caso el cierre de universidades públicas, y ha aprovechado para erigir al Ejecutivo argentino como “los mayores defensores de la educación pública”.
“Las universidades públicas no se van a cerrar. No está, ni va a estar nunca, en ninguna agenda nuestra. Somos de los mayores defensores de la educación pública, y eso tiene que quedar claro”, ha manifestado el portavoz presidencial durante su habitual rueda de prensa desde la Casa Rosada.
Estas declaraciones de Adorni se producen después de que en la víspera cientos de miles de personas se manifestaran en la capital argentina, Buenos Aires, en favor de la universidad pública y contra la falta de financiación de estos centros por parte del Gobierno ultraliberal de Milei.
A este respecto, Adorni ha criticado que “determinados personajes” que impulsaron la manifestación afirman de forma falsa que el Ejecutivo tiene intención de cerrar centros de educación pública. “Aclarar una y mil veces que vamos a defender como nadie la educación en general, y la educación pública en particular”, ha dicho.
“Hay que entender también que solo es sostenible una educación pública de calidad en el camino que estamos transitando: el equilibrio de las cuentas y las auditorías que creamos convenientes en pos de entender un poco los fondos que se están utilizando y los que no”, ha añadido Adorni.
A pesar de todo, el portavoz presidencial ha trasladado el respeto del Ejecutivo a todo aquel que se manifestó en la víspera, y de hecho ha expresado las “felicitaciones” de la Casa Rosada por el hecho de que la jornada avanzara “en paz, sin vilencia” y “sin ningún tipo de desorden público, más allá de lo propios de una movilización de esta cantidad de gente”.
A la manifestación en Buenos Aires asistieron partidos políticos opositores, sindicatos y organizaciones sociales, incluidos líderes y altos cargos las mismas, y que acabó en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, sede del Gobierno. Mientras que la Policía cifró en 150.000 los asistentes, los organizadores hablaron de más de medio millón de personas.
Con estas manifestaciones, parte de la población argentina trata de protestar por la falta de financiación de la educación pública por parte del Gobierno de un presidente Milei que en anteriores ocasiones ha asegurado que las universidades públicas “adoctrinan” y ha llegado a poner en duda la transparencia de las cuentas de estas instituciones.