Ante el creciente riesgo de que las ballenas jorobadas queden atrapadas en redes de pesca durante su paso por aguas peruanas y en sus zonas de cría en el norte del país, este 29 de mayo se clausuró un curso especializado dirigido a brigadas de desenmalle y autoridades locales. La capacitación se enmarca en la estrategia nacional de conservación marina y en los lineamientos de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), acuerdo del cual el Perú es miembro.
Durante dos días, más de 50 participantes —entre pescadores, guardaparques, personal técnico, operadores turísticos y representantes municipales— recibieron capacitación especializada a cargo de expertos de la Red Nacional de Atención a Ballenas Enmalladas (RABEN, México), iniciativa respaldada por la Comisión Ballenera Internacional (CBI). El curso contó con el apoyo de la Municipalidad de Los Órganos, el Ministerio del Ambiente, el Sernanp, Imarpe, WWF y la cooperación alemana GIZ.

El taller se desarrolló en la región Piura, en la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau y zonas aledñas, donde el avistamiento de ballenas entre julio y octubre es uno de los principales atractivos turísticos y una fuente de ingreso para las comunidades costeras.
La capacitación buscó replicar modelos exitosos como los implementados por RABEN en México —que ya ha entrenado a más de 200 rescatistas y atendido 86 casos con éxito— y por la CBI, a través de la Red Global de Respuesta a Enmallamientos. Los conocimientos impartidos incluyeron evaluación de riesgos, protocolos de respuesta, uso de herramientas especializadas y simulacros en condiciones reales.
Una amenaza creciente en las rutas de migración
El enmallamiento de ballenas jorobadas se ha convertido en una de las principales amenazas para esta especie en Perú. Entre 2019 y 2024 se registraron al menos 41 casos de enmallamiento, y en el 73% de ellos no se logró una intervención oportuna por falta de equipos apropiados y de personal capacitado.
Los impactos no solo son ecológicos, sino también económicos: las redes quedan inutilizadas, los pescadores se exponen a riesgos y se pierde fauna marina que atrae turistas.
Reserva recién creada, zona estratégica
La Reserva Nacional Mar Tropical de Grau protege 115 mil hectáreas del mar peruano frente a las costas de Piura y Tumbes. Es una zona de alta biodiversidad y punto clave para la reproducción y cría de estos grandes cetáceos. Con esta iniciativa se busca reforzar una red de respuesta rápida que cubra zonas de alta incidencia como Cabo Blanco, El Ñuro, Los Órganos y Cancas.