Narcotráfico: Amenaza creciente para las comunidades nativas amazónicas

Caretas en alianza con INFOREGIÓN | La extensión de terrenos donde se cultiva coca ilegal se ha quintuplicado en los últimos seis años en estas poblaciones de nuestro país.
En esta nota conoceremos más sobre el alcance y los efectos de este flagelo.

El narcotráfico se ha constituido en una amenaza creciente para nuestras comunidades nativas amazónicas (CNA). Son varios los insumos que abonaron en ello. En esta nota conoceremos más sobre el alcance y los efectos de este flagelo. Para ello, Inforegión entrevistó a Jaime García. Él es investigador asociado del Instituto de Estudios Internacionales de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Alcance del narcotráfico en las comunidades nativas
García recogió datos de Devida que ilustran el alcance de este flagelo en las CNA. Se identificaron 23 pueblos indígenas afectados por cultivos de coca. De ellos, ocho concentran el 94% de las afectaciones: Ashaninka, 5486 ha; Ticuna, 2244 ha; Kichwa, 1753 ha; Yagua, 1137 ha; Katatibo, 1109 ha; Shipibo-Konibo, 495 ha; Awajún, 541 ha; y Yanesha, 445 ha.

“Nosotros tenemos una población de más o menos 600 mil personas que pertenecen a comunidades nativas. Hay un poco más de 2700 comunidades nativas censadas en el último censo del 2017. Si se analiza dónde están los cultivos de coca hay (según Devida) 174 distritos que tienen esta actividad. De ellos en 75 hay CNA”, acotó.

Cabe citar que para el 2022 el 14.7% de los cultivos a nivel del país está en estas comunidades. Este porcentaje crece año a año. Adicionalmente, anotó que existen 295 CNA afectadas por los cultivos de coca. “Pero las que tienen probabilidades de afectarse, si no hacemos nada, son más de 1300. Esto representa casi el 50% de las CNA. Entonces ese es el gran peligro”, advirtió.

“Esta evolución está creando una situación de mucho peligro”
“El crecimiento que hay en las comunidades nativas de los cultivos de coca es mayor que en el resto del país. Es decir, en los últimos seis años se ha duplicado en el país el área dedicada al cultivo de coca, según estadísticas hasta el 2022. Sin embargo, en el caso de las comunidades nativas, el crecimiento ha sido de cinco veces”, señaló García.

Las cifras difundidas por Unodc y Devida no dejan lugar a dudas. Para el 2016 el narcotráfico usaba 2757 ha. en tierras de las CNA. Para el 2022, esta cifra saltó a 13 994 ha. García alertó que “esta evolución está creando una situación de mucho peligro”.

Agregó que esto no es una cuestión espontánea. “Hay una estrategia del narcotráfico por llegar a esos territorios, de irlos cooptando. Si no hacemos nada, más comunidades nativas se irán involucrando en la cadena del narcotráfico con diferentes niveles que pueden llegar hasta la producción y elaboración de drogas y su comercialización”, advirtió.

Actividades ilegales en las comunidades nativas
Al respecto, citó a la política antidrogas, en general. “Creo que hasta el 2016 sobre todo entre el 2013-2016 por primera vez se logró, no solamente parar el crecimiento de cultivos, inclusive reducir los cultivos de coca. Pero a partir del 2016 hemos tenido un crecimiento sostenido que nos ha llevado a más de 95 000 hectáreas en el 2022. Probablemente estaremos pasando las 100 000 hectáreas en el 2023”, precisó.

Otro factor es que el narcotráfico ha crecido como otras actividades ilegales. Además, hay un abandono de parte del Estado que ha permitido que encuentre territorios que consideren claves para su desarrollo. Un dato alarmante que dio García es que “hoy se puede cultivar coca en cualquier parte de la Amazonía. Ya en los últimos 30 o 40 años han adaptado los cultivos de coca que antes eran altoandinos (…) a prácticamente 40 a 30 m.s.n.m.”

Adicionalmente, citó que al narcotráfico le interesa mucho ingresar a estas comunidades nativas. Esto debido a que allí tienen la mano de obra que necesitan para los cultivos. Es por ello que han desarrollado diferentes metodologías de cooptación de estas comunidades nativas. A ello se añade el estado de abandono de varias CNA. Los niveles de pobreza están por el 40% por la desatención del Estado. Esto las hace vulnerables al avance de este flagelo, acotó.

Algunos efectos de este avance
Los efectos tienen que ver con la deforestación, en cuanto al impacto ambiental. “Al invadirse los territorios se deforestan bosques para la instalación de cultivos ilícitos. Eso trae una cadena de otro tipo de delitos, que tienen que ver inclusive con trata de personas, extorsión, abusos que van de la mano con el narcotráfico”, advirtió.

Otro aspecto es la cooptación que los narcotraficantes hacen de las CNA para que se sumen a sus actividades ilícitas. Esto se da en varios niveles. Hay CNA que manifiestan un rechazo pleno al narcotráfico que incluso involucra la muerte de algunos de sus miembros. Sin embargo, otras CNA llegan al punto de involucrarse en la producción del cultivo ilícito. En el Vraem se vieron casos en que se convierten en defensoras de estos cultivos, recordó.