La Reserva Nacional Mar Tropical de Grau representarían un hito importante en la conservación de la biodiversidad marina en el Perú y además contribuirá al desarrollo sostenible del país en los sectores de pesca, turismo y recreación.
Oceana, organización de conservación marina, aplaude la prepublicación del proyecto de decreto que crearía esta reserva de 116,000 hectáreas en la localidad de Máncora, departamento de Piura y señala: “Es un paso significativo hacia la protección de los valiosos ecosistemas marinos del norte del Perú”.
A pesar de eso, expresan su preocupación y ponen en alerta “la intención (recogida en el expediente técnico de creación del área) de permitir la pesca industrial en la zona del Banco de Máncora, uno de los cuatro polígonos que formarán la reserva natural”.
Para Oceana “esta decisión va en contra de los estándares mínimos internacionales para areas naturales protegidas y por, sobre todo, va contra la ley peruana, ya que el Reglamento de la Ley de Áreas Naturales Protegidas prohíbe la pesca industrial en áreas protegidas”.
Esta no sería la primera vez que se cometa un error. Lo mismo sucedió con la Reserva Nacional Dorsal de Nasca donde el gobierno cedió la presión de la industria “en detrimento de la protección de nuestros valiosos recursos naturales y del enorme impacto que pueden tener estas áreas reservadas como fuente de empleo y de alimentos que los pescadores artesanales traen a las mesas peruanas”.
La organización advierte que “de permitirse esta actividad, que por su escala es de alto impacto, se ponen en riesgo la naturaleza del área y los beneficios que podría generar para los ecositema marinos y en especial para la susbisitenca de las comunidades costeras que dependen de ellos”.
Es por esto que Oceana ha hecho un llamado a la sociedad civil para que participe activamente “para garantizar la protección efectiva de la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau y la preservación de nuestros océanos que tanto empleo y alimento dan a los peruanos. Para eso invita a los peruanos a participar en la consulta pública establecida por el Ministerio del Ambiente.
Oceana asegura que “el desarrollo económico y la protección de nuestra biodiversidad sí son compatibles, pero estos deben tener siempre como norte el equilibrio y el pensamiento a largo plazo”.