La vulneración de los derechos territoriales y el impacto ambiental que genera la explotación de combustibles fósiles amerita pensar en la necesidad de dejar dichos recursos bajo tierra y promover una transición energética justa en el país. Este es el enunciado que se destacó en el Foro Público: “¿Por qué dejar los combustibles fósiles bajo tierra en Perú?” que tuvo lugar en el Congreso y fue organizado por el Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático – MOCICC en el marco de la Semana por la Ambición Climática del Secretario General de las Naciones Unidas que se realiza en Nueva York. El evento es parte de las acciones de la Campaña Internacional por la No Proliferación de Combustibles Fósiles.
Asimismo, es importante destacar que, actualmente, Perú cuenta con 13 lotes de hidrocarburos operativos o con contrato y en los últimos años el fomento a la exploración y explotación se ha ido recrudeciendo. No solo con intentos de modificar la Ley Orgánica de Hidrocarburos para extender de 30 a 40 años los contratos de los lotes petroleros; sino también con un nuevo fomento a la inversión a través de ofertas de nuevas áreas que lotizan las regiones amazónicas, amenazando los bosques primarios.
Ante ello, resulta necesario abrir debates en torno a un futuro libre de combustibles fósiles en territorio nacional. Henry Córdova, coordinador de MOCICC, consideró que durante la próxima COP28 el Perú tiene la oportunidad de sentar posición sobre este tema.
“Este año en la COP 28 los países deben dar cuenta de todos los avances en sus compromisos climáticos. Es probable que Perú esté entre los países que no logró reducir en 40% sus emisiones de efecto invernadero. El Perú debería tener una posición firme en respaldar, como Gobierno y como Estado, la no proliferación de combustibles fósiles”, dijo.
Sociedad civil denuncia que la explotación petrolera ha afectado a las comunidades, generado impactos irremediables en el medio ambiente.
A su turno, Ruth Luque, Presidenta de la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos, Afroperuanos, Ambiente y Ecología del Congreso de la República, señaló: “El foro es importante en un contexto de cambio climático y de necesaria interpelación ciudadana y política de qué le corresponde al Estado y al Congreso hacer en este tema. Queremos recoger de los expertos y pueblos indígenas qué nos corresponde hacer a los representantes políticos. A todos y a todas nos preocupa qué necesitamos hacer para cuidar nuestra casa común”, acotó.
Elaine Shajian, presidenta de la Coordinadora Regional de los Pueblos Indígenas de San Lorenzo – CORPI SL, sentó la posición de los pueblos indígenas y recordó la lucha por detener el avance de la actividad en sus territorios.
“Los dirigentes siempre hemos salido a defender y reclamar nuestro justo derecho. Los pueblos originarios ya no permitirán más concesiones en sus territorios. No merecemos este maltrato. Queremos que el petróleo quede bajo la tierra y no se explote, porque no es un proyecto sostenible y atenta contra la vida de los pueblos indígenas”, aseveró.
A su turno, Olivia Bisa, Presidenta de Nación Chapra y Miembro del directorio de la Alianza Cuencas Sagradas, recordó que el pueblo indígena es protector de la naturaleza dada la cultura propia e histórica de las comunidades. Asimismo, recalcó: “Los pueblos indígenas preexistimos al estado peruano y hemos venido cuidando la naturaleza. Para los occidentales, el extractivismo es desarrollo; pero para los pueblos indígenas es un etnocidio. Las comunidades donde se explota el recurso hoy no cuentan con agua ni servicios básicos, precariedad en salud y educación. No porque queramos, sino porque siempre han venido atropellando nuestros derechos. No queremos petróleo en los territorios indígenas. Petroperú tiene muchos pasivos que hasta la fecha no ha logrado remediar”, mencionó.
Tanto Olivia Bisa como Elaine Shajian hoy tienen demandas penales interpuestas por su lucha por la protección de los pueblos indígenas frente a actividades extractivas.
La afectación de la actividad petrolera también alcanza a la actividad pesquera. Lorenzo Vásquez, presidente de la Macronorte de gremios de pescadores, pidió frenar el avance de los combustibles fósiles en el territorio marítimo pues sus efectos son perjudiciales y no han permitido el desarrollo de la región.
“Ya tenemos un espejo de Talara y Tumbes: más de 150 años de explotación petrolera, pero no hay una ciudad moderna ni un hospital nivel 4. No hay una universidad donde los jóvenes puedan instruirse ni escuelas preparadas para el cambio climático. La riqueza se la llevan otros y contaminan el mar. En el mar ya se siente el calentamiento global y encima le vamos a meter pozos petroleros. Tuvo que suceder lo ocurrido en el mar de Ventanilla para que miremos los riesgos de la actividad petrolera en la pesca”, aseveró.
Transición energética justa y popular
Cabe precisar que la cantidad de radiación solar en zonas como el Sur y el Norte del país, son una buena muestra de la posibilidad de transitar hacia energías renovables no convencionales. Augusto Duran, coordinador de la Campaña para el Tratado de no Proliferación de Combustibles Fósiles en América Latina, habló de la necesidad de discutir una transición energética justa y popular.
“Requerimos una transición energética que respete la libre determinación de los pueblos originarios. Al mismo tiempo, debe ser popular porque debe dejar de ser debatida en círculos pequeños y entre empresarios. Debe debatirse en los pueblos. Para combatir el cambio climático, debe terminarse ya con la era de los combustibles fósiles y de este modelo económico. Creemos que la oportunidad de empezar una transición energética permitirá que generemos una política energética nueva. El Perú tiene potencial para hacerlo”, afirmó.
En el evento participaron Vladimir Pinto, coordinador de Perú de Amazon Watch; María Elena Foronda, presidenta de Natura; Gianella Sánchez, representante de la Alianza Cuencas Sagradas y César Gamboa, director ejecutivo – DAR.